CAMINANDO EN ORACION CON SANTA TERESA DE
JESUS RECOGERSE Y BUSCAR EN NUESTRA
INTERIORIDAD A DIOS COMENTARIOS Y LECTURA DE CAMINO DE
PERFECCION, CAPÍTULO 28 y 29. Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant 1.
INTRODUCCION El Libro Camino de Perfección, escrito por la Santa Madre Teresa de Jesús, tuvo el propósito de ser escrito para enseñar a sus hijas, es decir a sus pequeños grupos de mujeres que vivían en los conventos, en especial al de San José, ubicado en Avila. Sin embargo, hoy sus enseñanzas se extienden a un universo fuera de los conventos. Caminar en la escuela de oración de Santa Teresa, es de algún modo un atajo en el largo camino que debemos recorrer para llegar a la “fuente de agua viva”. Camino que según Teresa es el que: “encierra en sí todo el camino espiritual, desde el principio hasta engolfar Dios el alma y darla abundosamente a beber de la fuente de agua viva que dije estaba al fin del camino” (CP 42,5). Hoy son muchos los expertos que comentan a Teresa de Jesús, Doctora de la Iglesia y Maestra de Oración, hay comentarios muy buenos y muy orientadores, sin embargo es muy interesante la lectura de sus propias fuentes, es decir de sus libros, pues ella a cada uno nos habla de una forma distinta y sería pecar de arrogante decir, “si no entiendes lo que ella te enseña, déjame explicarte”. Tal como dice la Santa Madre Teresa de Jesús: “El Señor nos dará a entender”. (cf. Prologo de CP). Este comentario, no tiene otro fin que ilustrar y compartir lo que me dicen estos dos capítulos, 28 y 29, quizá, los dos más importantes capítulos del libro. 2.
LA
ORACIÓN DE RECOGIMIENTO TAL COMO EL ALMA LO PUEDE CONSEGUIR (Capitulo 28) La Santa Madre Teresa de Jesús, en el capítulo 28 y 29 de Camino de Perfección, les enseña a sus hijas y hoy a nosotros, lo que es la oración de recogimiento tal como el alma lo puede conseguir. Por ahora, es decir, en esta etapa de oración, es un recogimiento activo y lo practica el alma mediante el entendimiento y la voluntad. El recogimiento activo tiene por objeto atender a la presencia de inmensidad de Dios en el alma, comprensible por la razón, por tanto viene al alma para que la conozcamos, la gocemos y amemos acreditada por la fe, y que, cuando Él quiere, la podemos disfrutar. Teresa de Jesús, nos solo nos declara qué es oración de recogimiento, además nos dice como podemos acostumbrarnos a este modo de oración. Con este modo de rezar, aunque sea vocalmente, se recoge la mente más pronto y es oración que trae muchos bienes. Se llama recogimiento, porque el alma recoge todas sus fuerzas y entra dentro de si con su Dios, y su divino maestro viene a enseñarla y a darle oración de quietud más pronto que por otros métodos. Para Teresa de Jesús, llegar a este grado de oración, fue un gran descubrimiento, y con su enseñanza ahora lo es también hoy para nosotros. Recogerse interiormente en ese mundo misterioso que llevamos dentro, y que resulta tan desconocido e inexplorado. Al conectarse con la presencia de Dios en el alma, emprendemos una comunicación afectiva en la cual podemos llevar la iniciativa, la cual no se nos perderá en el vacío, incluso si no percibimos una respuesta sensible. Pero seguro es, que a esta afectividad del alma, nos pertenece Dios con luz y con fuerza. La Santa Madre Teresa le dice a sus hijas: “No nos imaginemos huecas en lo interior (C 28,10), … Luego nos dice: ”Que, a mi parecer, si como ahora entiendo que en este palacio pequeñito de mi alma cabe tan gran Rey (C 28,11) 3.
LA
HABILIDAD DE RECOGERSE Cómo entrar dentro de sí. Es un tema central del camino. El recogimiento es un campo intermedio entre la oración rezada y la oración de pura contemplación. La Santa Madre Teresa de Jesús, intenta decirnos qué es oración de recogimiento, los medios, y cómo podemos acostumbrarnos a ello. Por cierto, en un
primer momento nos ha dicho que recogerse es centrarse en el Otro sin embargo
ahora consiste en “entrar, con El,
dentro de sí”. Una condición básica es entrar dentro de sí mismo. La Santa Madre Teresa de Jesús prefirió como punto de partida la segunda palabra del Padrenuestro; “que estás en los cielos”. No pensemos en los cielos estrellados, sino en los cielos de nuestra alma o de nuestra vida, cielos espaciosos y dilatados de nuestro espíritu. Teresa le da profundidad teológica al tema del recogimiento, hondura de fe. La interioridad del hombre es morada, o templo del Espíritu. Dios y Padre verdadero tiene sus delicias ahí, en estar con nosotros. Le enseña la
Santa Madre Teresa a sus Hijas: ¿Pensáis que importa poco saber qué cosa es
cielo y adónde se ha de buscar vuestro sacratísimo Padre? (C 28,1)., En
fin, que adonde está Dios, es el cielo (C28,2). Y así lo es nuestra alma por habitarla
Dios Es importante “no solo creerlo, sino procurar entenderlo por experiencia” (C 28,1). 4.
EXPERIMENTAR
QUE SOMOS MORADA DE DIOS Esto de experimentar que somos morada de Dios no es cosa fácil cuando un alma comienza a orar, Teresa lo sabe y también sabe como instruirnos para salvar los obstáculos enseñando que: “El no se da a conocer hasta que va
ensanchándola poco a poco, conforma a lo que es menester para lo que
ha de poner en ella” (C 28,12). Ya sabéis que Dios está en todas partes (C 28,2), Ahí, en mi espacio interior, “Dios está tan cerca que nos oirá” (C 28,2), basta hablarle bajito. Basta “ponerse en soledad y mirarle dentro de sí,
y no extrañarse de tan buen huésped” (C 28,2). Aprender a “hablarle como a Padre, pedirle como a Padre” …contarle sus trabajos, pedirle remedio para ellos (C 28,2). ¡Donosa humildad, que me tenga yo al Emperador del cielo y de la tierra en mi casa,(C 28,3). Y esto hay que hacer, comunicarse con El sin falsas humildades (cf C 28,3). La Santa Madre Teresa de Jesus, quiere que tengamos confianza cuando El nos esta como diciendo y rogando que le pidamos favores, y no vaya a ser que por humildad, nos quedemos pobre e incluso le dejemos marcharse al ver que nos acabamos de decidirnos por estar con El, entonces nos dice que: “tratad con él como con Padre y como con hermano y como con Señor y como con Esposo, a veces de una manera, a veces de otra, que El os enseñará lo que habéis de hacer para contentarle. Dejaos de ser bobas: pedidle la palabra, que vuestro Esposo es, que os trate como a tal” (C 28,3). 5.
Y RECOGERSE, ¿QUÉ ES? Este modo de
rezar que nos enseña Santa Teresa; “aunque sea vocalmente, con mucha más brevedad
se recoge el entendimiento, y es oración que trae consigo muchos bienes” (C 28,4). Y recogerse, ¿qué es?,
Teresa nos dice: “Llámase
recogimiento porque recoge el alma toda las potencias y se entra
dentro de sí” (C 28,4). Esto es cosa del alma, es decir, cosa del centro interior de la persona. Es ella la que ha de convocar hacia dentro los sentidos y potencias. El alma misma “se entra dentro de sí con su Dios” (C
28,4). Dios actúa ahí: “viene con más brevedad a enseñarla su
divino Maestro” (C 28,4). La persona recibe todo el misterio de Cristo con hondura y sentido nuevos, en ese nuevo mundo de la interioridad. Es: “llegar a beber el agua de la fuente”
(C 28,5). Es: “Caminar mucho en poco tiempo” (C 28,5). Es: Como un viaje por mar llevados
por el viento, es entrarse como las abejas en la colmena “para
labrar allí la miel” (C 28,7). Es: disponer de una centellica para soplar sobre ella y prender fuego de amor que lo abrase todo (C 28,8). 6.
CÓMO
ACOSTUMBRARSE A ESTE RECOGIMIENTO “Hablemos un poco de cómo nos
acostumbraremos a tan buen modo de proceder” (C 28,8). “Hagamos cuenta que dentro de nosotras
está un palacio de grandísima riqueza” (C 28,9). Pero el palacio
no es fin para sí mismo, es morada para alguien. ”No nos imaginemos huecas por dentro” (C 28,10). ”En este palacio está un gran rey” (C 28,9). Mi interioridad tiene una especie de dimensión religiosa y sacra: está hecha para ser capacidad de Dios, morada para él. 7.
ENTRAR
DENTRO Y EXPERIMENTAR DE CÓMO NOSOTROS NOS VOLVEMOS HACIA NUESTRO INTERIOR Ser sensibles a la acción de El. Dios no nos habita como el ídolo está en su templo. Está en el palacio interior para la comunión de las personas. El se da a
conocer, enriqueciéndola experiencia interior del orante. “Que pueda poner y quitar como en cosa
propia” (C 28,12). “El no ha
de forzar nuestra voluntad”, pues “El
no se da a Sí del todo hasta que nos damos del todo” (C 28,12). Ahora es bueno hacerse algunas preguntas,
tales como se dedicamos tiempo para volvernos hacia nuestro interior, o si
tratamos de escuchar lo que pasa en nosotros, del mismo modo meditemos si
podemos descubrir cuanto tiempo estamos en paz con nosotros mismos, todo ello
para saber si somos capaces de eliminar el desbarajuste que a veces nos
consume, a fin de ordenar nuestro interior, todo estas reflexiones nos debe
llevar a una pregunta muy importante: ¿Dejamos entrar a Dios en nosotros? 8.
LA BÚSQUEDA DE LA INTERIORIDAD (Capitulo
29) La Santa Madre Teresa de Jesús, nos
confiesa que nunca supo lo que era rezar con satisfacción hasta que el Señor le
enseñó este modo de orar, además nos cuenta su experiencia de que siempre encontró
mucho provecho de tener la costumbre de orar de esta manera, es decir con
recogimiento interior, por esa razón ella desarrollado en los siguientes capítulos su tratamiento. A través de lo que continúa exponiendo
Teresa, vamos descubriendo a un Dios que vive siempre en nosotros, aunque no
habitual que lo percibamos siempre y sólo se hace sentir cuando quiere. Por
tanto es importante para progresar en esta oración, prestar en lo posible, la
atención a quien interiormente se le habla, y tratar no estar mucho tiempo
sin comunicarse con El, que es un buen Amigo. 9.
VIVIR EN HUMILDAD Y NO CAER EN EL PELIGRO
DE SER OBSESIVO POR ACAPARAR LA ATENCIÓN Curiosamente, la Santa Madre Teresa de Jesús,
antes de proseguir con la oración de recogimiento, hace primero una
paréntesis, ella exhorta a sus hijas al desprendimiento del aprecio de los
superiores, diciendo: “Huid, por amor de Dios, hijas, de dárseos nada de estos favores. Procure cada una hacer lo
que debe, que si el prelado no se lo agradeciere, segura puede estar lo
pagará y agradecerá el Señor” (29.1), con esto ella quiere que privilegiemos
nuestra mirada en el Maestro, es así como luego les dice a sus hijas: Poned los ojos en vos y miraos
interiormente, como queda dicho; hallaréis vuestro Maestro, que no os
faltará, antes mientras menos consolación exterior, más regalo os hará (29,2)
Y para completar la idea, Santa Teresa de
Jesús, nos da una grandísima razón que supera al corazón humano que por lo
demás es inconstante: “Es muy piadoso, y a personas afligidas y
desfavorecidas jamás falta, si confían en El” (29,2) Quizás lo que debemos entender de esta
introducción a este capitulo, es poder vivir en humildad y no caer en el
peligro de ser obsesivo por acaparar la atención o el aprecio de los otros. Quien en la vida misma tenga el centro de
gravedad fuera de sí, sea en lo que sea, frustra de antemano todo ingreso en
la oración de recogimiento. Hay que cuidar la vida, en coherencia y
respeto de la propia interioridad. No hacerla gravitar fuera de sí misma. 10. MEDIOS
PARA EL RECOGIMIENTO Y así, Teresa quiere seguir dando medios
para el recogimiento. Prima la práctica sobre la teoría. Esencialmente la
oración de recogimiento consiste en poner atención activa a la inhabitación de Dios en el alma, es decir, por el cual
habita en el corazón de la persona. Lo dice el mismo Señor: “Si alguno me ama, guardará mi Palabra, y
mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él. Y San Pablo: Ef 3,17: Que Cristo habite por la fe en vuestros
corazones.” Jn 14,23: Preguntémonos que produce Cristo en
nuestros corazones y recordemos que Cristo nos dice: “Paz con vosotros” Preguntémonos que contemplamos a través de Cristo, ¿La trinidad?, ¿El
esplendor y la Gloria del Padre?, ¿ambas cosas?.
Podemos ayudarnos con el Evangelio de San Juan: 1 Jn
4,12-13, 15-16: “A
Dios nadie le ha visto nunca. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en
nosotros y su amor ha llegado en nosotros a su plenitud. En esto conocemos
que permanecemos en él y él en nosotros: en que nos ha dado de su
Espíritu.... Quien confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en
él y él en Dios. Y nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene, y
hemos creído en él. Dios es Amor y quien permanece en el amor permanece en
Dios y Dios en él.” 11. AMISTAD
Y RELACIÓN CON DIOS Teresa busca que nos demos cuenta, de que
no tengamos la actitud del orante cristiano que puede entablar la relación
con Dios desde zonas superficiales, desde niveles de indiferencia que no
comprometen sus afectos o sus razones de vida. Al enseñarnos el trato de amistad con
Dios, en la oración, al iniciar esa especial relación con Dios, lo normal es
tratarlo como a una persona más, de las que no llegan a perforar las capas
profundas del yo. La entrada en la presencia de Dios postula
la presencia de lo más hondo y decisivo de mí mismo. Allí dentro está el
lugar del encuentro. La Santa Madre Tersa de Jesús, no hace una
invitación a conocer Dios de otra manera indicándonos: “Poned los ojos en vos y miraos
interiormente, como queda dicho; hallaréis vuestro Maestro
…. que no os faltará…. Es muy piadoso, y a personas afligidas y
desfavorecidas jamás falta, si confían en El.. (C
29,2)., “Oh Señor mío,
que si de veras os conociésemos, no se nos daría nada de nada, porque dais
mucho a los que de veras se quieren fiar de Vos! ”
Creed, amigas, que es gran cosa entender es verdad esto (29,3) En nuestra soledad, podemos estar en la
mejor compañía, justamente porque ahí, en el fondo del espíritu, Dios es
compañía: compañía santa con nuestro acompañador (C 29,4). 12. YA
LO SABEMOS, ORAR ES ESTAR ANTE EL Y CON EL No enseña la Santa Madre: “cuando esta
alma dentro de sí quiere entrarse en este paraíso con su Dios, y cierra la
puerta tras sí a todo lo del mundo” (C 29,4), Con su experiencia de buena lectora y de
buenos libros: como está escrito en algunos libros, Teresa nos aconseja que:
“nos hemos de desocupar de todo para llegarnos interiormente a Dios, y aun en
las mismas ocupaciones retirarnos a nosotros mismos” (C 29,5). Y prosigue: Aunque sea por un momento
solo, aquel acuerdo de que tengo compañía dentro de mí, es gran provecho (C
29,5). Teresa ha descubierto algo, y quiere
entusiasmarnos a gustar del don de su presencia: irnos acostumbrando a gustar
de que no es menester dar voces para hablarle, porque Su Majestad se dará a
sentir cómo está allí (C 29,5). Si bienes cierto que nada se aprende sin
un poco de trabajo, Teresa nos dice que podremos rezar vocalmente con mucho
sosiego y con menos esfuerzo, porque, al poco tiempo de esforzarnos para
estar con EL, nos entenderá por señas: que forcemos a nosotros mismos para
estar cerca de este Señor, nos entenderá por señas, de manera que si habíamos
de decir muchas veces el Paternóster, nos entenderá de una. (C 29,6). 13. TERESA
EXPERIMENTA LA INTERIORIDAD COMO PARAÍSO DE DIOS, DE UN DIOS GANOSO DE DAR El “quiere”(C 29,4). “Es muy amigo de
quitarnos de trabajo. Aunque en una hora no le digamos más de una vez, como
entendamos estamos con El y lo que le pedimos y la gana que tiene de darnos y
cuán de buena gana se está con nosotros, no es amigo de que nos quebremos las
cabezas hablándole mucho”(C 29,6). “De mí os confieso que nunca supe qué cosa
era rezar con satisfacción hasta que el Señor me enseñó este modo. Y siempre
he hallado tantos provechos de esta costumbre de recogimiento dentro de mí,
que eso me ha hecho alargar tanto” (C 29,7). “Quien lo quisiere adquirir: “no se canse
de acostumbrarse a lo que queda dicho (C 29,7). Nada se aprende sin un poco
de trabajo: por amor de Dios hermanas, que deis por bien empleado el cuidado
que en esto gastareis” (C 29,8). “Ganarse a sí para sí, que es aprovecharse
de los sentidos para lo interior” (C 29,7). 14. DENTRO
DE NOSOTROS HAY ALGUIEN CON QUIEN HABLAR Si tenemos que hablar con la gente,
tratemos de acordarnos de que dentro de nosotros hay alguien con quien hablar
y si tenemos que oír, no olvidemos de escuchar a quien nos habla más cerca
que nadie. “Si hablare, procurar acordarse de que hay
con quien hable dentro de sí mismo; si oyere, acordarse de que ha de oír a
quien más cerca le habla...” (C 29,7). 15. NOS
SEPARARNOS DE TAN BUENA COMPAÑÍA: Y también nos aconseja que tengamos en
cuidado de que si podemos, nos separarnos de tan buena compañía: “Traer cuenta que puede, si quiere, nunca
se apartar de tan buena compañía” (C 29,7). Es decir, tratemos de acordarnos de El, si
podemos muchas veces en el día 16. EL
RECOGIMIENTO, ¿ES NATURAL O SOBRENATURAL? Teresa nos dice: “Entended que esto no es
sobrenatural, sino que está en nuestro querer y que podemos nosotros hacerlo
con el favor de Dios, que sin éste no se puede nada.” (C 29,4). El recogimiento es la mejor disposición
para ser introducido en esas otras formas o niveles de oración que ella ha
llamado sobrenaturales. “Mirad qué poco tiempo para tan gran
ganancia como es hacer buen fundamento para si quisiere el Señor levantarnos
a grandes cosas” (29,8) 17. TERESA
HABLA DE DIOS COMO EL ACOMPAÑADOR DEL SER HUMANO, SOLO EL BASTA. Finalmente, hemos de preguntarnos: ¿Sentimos
que nuestra soledad más íntima está acompañada? Necesitamos recrear a Dios en nuestra
vida, purificar nuestra imagen de Él. Porque Dios es el Amigo siempre nuevo, “Ahora
los llamo Amigos" (Jn 5,15b), siempre cercano,
en quien podemos confiar, "Ten confianza, hija, tu fe te ha
salvado" (Mt 9, 18-26). Se hace el
encontradizo en los caminos, “Mientras conversaban y discutían, el mismo
Jesús se acercó y siguió caminando con ellos” (Lc
24,13-35), comparte nuestros sufrimientos, se sienta en nuestra mesa, reparte
su pan para todos. Y “Solo Dios Basta”,(Sta. Teresa de Jesús) ¡El
Señor es mi pastor; nada me puede faltar! (Salmo 22) “Él
me hace descansar en verdes praderas, me conduce a las aguas tranquilas y
repara mis fuerzas. Me guía por el recto sendero, por amor de su Nombre.
Aunque cruce por oscuras quebradas, no temeré ningún mal, porque tú estás
conmigo: tu vara y tu bastón me infunden confianza. Tú preparas ante mí una
mesa, frente a mis enemigos; unges con óleo mi cabeza y mi copa rebosa. Tu
bondad y tu gracia me acompañan a lo largo de mi vida; y habitaré en la Casa
del Señor, por muy largo tiempo. (Salmo 22) Y “Solo
Dios Basta”,(Sta. Teresa
de Jesús) 18. NOS
MARAVILLAMOS ANTE LA MANERA QUE TIENE DIOS DE MOSTRARSE. Mirando nuestro interior, fijemos la vista
despacito, en la forma llamativa de vivir que tiene Jesús: come con los
pecadores y marginados de la sociedad, se deja tocar por mujeres de mala
fama, se compadece de los que sufren, llama a Dios Abbá,
el es el Emanuel, el Dios con nosotros
que quiere estar y vivir en nosotros, El ha puesto su mirada en nosotros tal
como somos. Miremos nuestro interior y le hallaremos, el nos consolará y no
nos faltará. Santa Teresa de Jesús, nos da una gigantesca razón que supera al
corazón humano: “Es muy piadoso, y a
personas afligidas y desfavorecidas jamás falta, si confían en El” (29,2) Pongamos nuestra confianza en Jesús. Que
su misericordia nos guíe y nos acompañe en el camino. Aprendamos a descansar
en él. AMEN Pedro
Sergio Antonio Donoso Brant Fuentes: Libro: CAMINO DE PERFECCIÓN, Obras Completas Editorial Monte
Carmelo www.cipecar.org Cipecar - Centro de iniciativas de pastoral de espiritualidad Caminando
Descalzo, www.caminando-con-jesus.org Taller,
caminando en oración con santa Teresa de Jesús “Centro de Espiritualidad La
Fonte” Caminando
con Jesús Pedro
Sergio Antonio Donoso Brant |