Caminando con Jesús Pedro Sergio Antonio Donoso Brant SAN JUAN DE Nadie es
profeta en su tierra. Y Juan de Allí, el
pequeño Juan de Yepes y Alvarez
sirvió en el Hospital de 1.
TERESA DE
JESÚS En esas
estaba, cuando Teresa de Jesús andaba buscando hombres que comenzasen Fray Juan no
es fulgurante a lo humano. Al revés. Desconocido y humillado. Era demasiado
grande para entrar en mentes superficiales; demasiado fino, para ser tolerado
por vidas ordinarias y adocenadas; demasiado cristalino, esteta y elegante,
para que le perdonaran los vulgares y los perversos; demasiado noble y
entero, para ser aceptado; demasiado roble, para que no se ensañaran con él
las cañas volubles y vacías; demasiado inteligente y modesto, para que no se
sintieran postergados ante él, y eclipsados por su luminosidad espontánea,
los obtusos infatuados. Y, fatalmente, brotó, como una serpiente negra, la
envidia, ese bicho viscoso que todo lo corrompe y emponzoña. El tributo que
la mediocridad paga al genio. 2.
NADIE ES
PROFETA EN SU TIERRA Encarcelado
por sus propios hermanos, calumniado y desprestigiado hasta su muerte, elige
el convento donde sabe que el Superior fray José Crisóstomo, le malquiere,
para ir a curarse de unas calenturillas, que le llevarán al sepulcro. Hombre
celestial y divino, llama de amor viva, "no hay otro que fervores tanto
en las cosas del cielo en toda Castilla", dijo de él Teresa de Jesús.
Pero nadie es profeta en su tierra. Hoy hay muchos santos modernos que llevan
la huella de San Juan de Católicos,
Polacos, como Kalinowski; evangélicos, como Schering; anglicanos, como Ramsey
y Trueman Dicken;
luteranos, como Rotger Schutzs,
fundador y prior de Taizé; ortodoxos, como Atenágoras; agnósticos, como Baruzzi;
hinduistas, taoistas, suamis
de Yoga y de Zen, como Suami Sid-deswarananda, que le consideran el Pantánjali
de Occidente, filósofos y judíos, como Bergson, y hasta marxistas, como Garaudy, son sus lectores. En su patria, los españoles se
conforman con autores de tercera o cuarta división para salir del paso. Lo
comprendo, cuando se vive en la orilla descomprometida
y suave de espuma del mar, no se pueden apreciar los trasatlánticos ni los
submarinos. Uno tiene suficiente con su charquito, aunque Jesús mandara a
Pedro remar mar adentro. 3.
Quizá el
momento más adecuado para emprender con provecho su lectura es el de 4.
Al morir
Juan de Aquel
Nicolao napolitano, economista privilegiado, que había saneado las
enmarañadas cuentas del rey Felipe II, y del Arzobispo de Sevilla, Don
Cristóbal Rojas de Sandoval, que, fascinado y atraído por las extraordinarias
dotes de inteligencia y de santidad de Teresa de Jesús, abandonó su prestigio
y el mundo mercantil donde triunfaba, para seguirla, cuando se vio en la
cumbre, dejó salir su raíz, que manifiesta su personalidad, basada en el
descalabro de los mejores, para hundirse con la presencia de sus iguales, en
la mediocridad primero, y en la indignidad después. Le ocurrió lo que a Roboam, hijo de Salomón. Acudió a los jóvenes, lo que es
muy corriente entre los imprudentes y ambiciosos para poder manejarlos a sus
anchas, y despreció el consejo de los ancianos, que le podían decir la
verdad, y hundió el reino que su padre Salomón había conservado unido (1 Rey
12,1). Como la historia siempre se repite, por eso es maestra de la vida, hoy
estamos padeciendo las mismas consecuencias. "Lo mejor es la
juventud" cacareaba la sobrina de un sacerdote a su tío, que le
contestó: Sí, pero pasa muy pronto. Se halaga a
los jóvenes, para sobornarlos, porque los mayores se sienten culpables de
seguir viviendo; aquellos se envalentonan, sin caer en la cuenta de que una
hoguera de leña verde, nunca arderá, si no hay troncos secos, que ardan
pronto y se conviertan antes en pasto de las llamas y les prendan fuego a los
verdes. No se dan cuenta, de que si se precipitan a 200, pueden estrellarse
en la autopista, y que necesitan las vallas de la experiencia, para no morir
en aras de su juventud. Nicolás
Doria profesó carmelita descalzo atraído por la legislación teresiana y,
cuando ya es él legislador, quiere destrozar lo que dispuso 5.
¿Resistirá
Fray Juan? El que resistió la carrera de obstáculos como espada de Toledo,
que la rompen pero no la doblegan, frente a los Calzados que le encarcelaron,
le mataron de hambre y de piojos, le amenazaban con empozarle y en el
refectorio le azotaban en rueda circular uno detrás de otro, no le dejaban
celebrar misa, a él que era todo Misa, ni siquiera el día de "¡Qué
bien se yo la fonte que mana y corre, aunque es de
noche. Aquesta eterna fonte está escondida En este vivo
pan por darnos vida, aunque es de
noche. Aquesta viva fonte que deseo En este pan
de vida yo la veo, aunque es de
noche" ¿Cómo no va
a resistir los ataques de sus propios hermanos descalzos, hijos todos de la
misma Madre Teresa, que pretenden cambiar lo que él profesó, el fraile
rebelde, motejado de "lima sorda"? No va a permitir ni con su
silencio, ni con su palabra, que la autoridad competente pase sobre las
carmelitas como una apisonadora. Sabía discernir Juan de 6.
CATORCE DE
DICIEMBRE DE 1591 "Dígame,
Padre, de los Cantares", dice Fray Juan moribundo. Y mientras le leen,
comenta ilusionado". "¡Oh qué preciosas
margaritas"!. El 14 de diciembre de 1591, al oir las campanas a las 12 de la noche, pregunta: "¿A
qué tañen?", "A maitines", le responden. Y, como si le
hubieran dado la señal de partida, exclamó jubiloso, "Gloria a Dios, que
al cielo los iré a decir". Besó el crucifijo, musitó las palabras del
salmo: "A tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu" y expiró. Ya hace
cuatro siglos, y aún sigue vivo. Y sigue diciéndonos que la persona que vive
a merced de sus tendencias y pasiones, sus pulsiones, sus
"apetitos", se está privando del enriquecimiento del espíritu de
Dios y por eso anda cansada, atormentada, sucia, oscurecida y debilitada. 7.
EL DOCTOR
DEL AMOR. Que nadie se
llame a engaño. Hoy se dice que el amor no existe. Y por otra parte, se ha
bastardeado la palabra amor; se la ha embrutecido, se la ha banalizado. No se
entiende lo que es amor. Llaman amor, a lo que es egoísmo, al frenesí, al
gusto y consumición del placer. El amor no hay que hacerlo, sino sufrirlo,
padecerlo; no dejarse arrastrar por el deseo de revolcarse, sino embridar el
potro del hombre animal que todos los hombres llevamos en esta carne manchada
que somos. Ya en el amor humano de dilección, como lo llama Maritain, "Los
amantes de Teruel", murieron de amor. Gabriel y Galán nos describió en
su poema "Me
enseñaron a rezar, enseñáronme a sentir, y me
enseñaron a amar, y como amar
es sufrir también aprendí a
llorar". Amar no es
hacer el amor, sino hacer el despojo. "Amar es trabajar en despojarse y
desnudarse por Dios, de todo lo que no es Dios". Ahí reside la esencia
del doctorado de San Juan de "Ya no
guardo ganado, Ya no tengo
otro oficio, que sólo en
amar es mi ejercicio". Amar es
darse. Amar es sembrarse, dulcemente. Sembrarse donde El pida: En tierra
árida o en dilatada playa. En la calle y en casa. Florecer a su gusto, es
amar. Abandonarse en sus brazos. Fuertes, suaves, exigentes, vitalísimos,
Providentes. Brazos de Dios-Hombre, Brazos de túnica rozagante que acarician
el alma; Brazos que nos hacen omnipotentes. 8.
AMAR ES
DEJARSE Amar es
dejarse... ¡Oh! ¡Sí! ¡Dejarse! ¡Dejarse siempre!
¡Dejarse en todo! Sin pensar en el cuándo, ni en el qué, ni en el cómo.
Dejarse que nos trate como a El le convenga. Amar es trenzarse, hiedra de
uñas verdes, con el Amado. Con Él, por Él y en Él. ¡Oh!,
¡qué ansia! ¡Oh qué vuelo! ¡Oh
que hambre de cielo! Abrazo soldante. Abrazo
volcánico. Abrazo exquisito. Abrazo sin tiempo. Abrazo infinito, universal,
sereno, casto, fecundo. ¿Cuándo, Amor? ¿Cuándo, Amado, me estrechas, me
tronchas, me identificas en tu Regazo? ¿Cuándo, Abismo, me estrujas como un
manojo de rojísimos jacintos?. "Donde no hay
amor, ponga amor y cosechará amor". "El alma que anda en amor, ni
cansa, ni se cansa". Escribe Raïsa: "¿Cómo le demostraré mi amor? Dándome a El
desde el fondo del corazón, de tal modo que nunca more en él ningún otro
amor... Dios es celoso de este don particular del corazón que es el amor, que
es total y exclusivo por su naturaleza". Sequedades y
apuros, angustias y desamparos, soledades y túneles negros. Y la suma
pobreza. Y el pensamiento de que Dios es cruel y está hecho un erizo con
ella. Es un verdadero pequeño purgatorio el que padece. Dios al quirófano es
terrible. Pero sin quirófano no hay curación de verdad, ni salud total, ni
identificación con el Ser todo puro y eternamente sereno y dichoso en
plenitud sin límites. Lo que estimula a decidirse a tal empresa que tiene su
precio, por algo se llama "caridad", es saber que tras ella viene
la pacificación total y el amoroso abrazo de Dios que ampara e identifica con
El. Llegada aquí el alma su anhelo vuela más alto: es la muerte de amor lo
que desea y pide mansa y tiernamente. Morir de amor impetuosamente al compás
del romper de la tela. 9.
EL ALMA
LLAGADA ¡Cauterio,
fuego, llama, regalada llaga, mano blanda, toque delicado! ¡Qué obra tan
maravillosa realizáis endiosando, ardiendo, amando, santificando,
glorificando y llagando con la mayor llaga de amor al alma llagada, sanándola
soberanamente por llagarla colosalmente! ¡Oh amador
más curado cuanto más llagado! ¡Oh llaga que no
cesas de llagar hasta que llegues del todo a llagar! Y en el misterio de la
llaga el serafín con el dardo fulminante que se clava en las entrañas y las
revuelve, las incendia y las sublima en un amor calenturiento, impetuoso y
sin límites. Fuego de amor que avanza en oleadas siempre crecientes que
inundan de felicidad ardiente toda el alma cada vez más llagada. Mares de fuego
en el alma que está engolfada en un universal mar de amor, y que siente tal
dolor que sólo tiene igual en la dulzura. 10.
ESTA
GENERACIÓN Pero esta
generación ha perdido la sensibilidad para captar esta onda de fuego y para
percibir el tenue susurro de la mano blanda del Padre. Es urgente reconstruir
esta sensibilidad para que deje de aturdirse y endurecerse en el ruido y en
la algarabía intentando sensibilizar a la humanidad para que se deje
acariciar por la brisa inefable y quiera cesar de ser impactada por las cosas
creadas que enturbian su pureza e impiden su pacificación. Brisa y toque que
va de sustancia a sustancia. De sustancia de Dios a sustancia de alma. Y por
eso tiene regusto de vida eterna. Que no se puede decir. Ni imaginar. Y
recordadlo: "A la hora de la tarde se nos examinará de amor". JESUS MARTI
BALLESTER |