“LA FONTE” Comentario al poema de San Juan de
la Cruz “Qué bien sé yo la fonte que mane y
corre, aunque es de noche” CANTAR DEL ALMA QUE SE HUELGA DE
CONOCER A DIOS POR FE Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso
Brant Estoy en mi última semana
de estudio en el CITeS, la Universidad Mística aquí en Ávila, y dedico este
comentario a mis maestros los cuales me ayudaron a fortalecer este edificio
mío que se ha fundado en los suelos de la vida terrenal pero que quiere
elevarse hacia el Cielo y también lo dedico a mis compañero de curso, frailes
carmelitas, curas diocesanos, religiosos y religiosas, laicos y hermanos que
han compartido tanto de sus amor conmigo y Anita durante todos estos meses. Mientras se encuentra
fray Juan de la Cruz desolado por no poder celebrar la Misa ni recibir la
comunión, compone este delicioso poema. “Qué
bien sé yo la fonte que mane y corre, aunque es de noche.” Se trata de una pieza
literario-espiritual toda ella desconsolada de los misterios de la Trinidad y
de la Eucaristía. En 1578 Pascua cayó el 30 de marzo. La fiesta de la
Trinidad fue el 25 de mayo y el Corpus el 29 del mismo mes. “Encerrado San Juan de
la Cruz en su cárcel toledana, sin altar, sin flores, sin holocausto, sin
oblación, sin incienso, sin poder decir la misa ni acercarse a la comunión,
no encontró mejor medio de celebrar los misterios de la Santísima Trinidad y
de la Eucaristía que cantándolos y contemplándolos, encarnando su devoción y
su fe en el pan y el vino de sus versos.” (Texto de la Biografía del santo,
escrita por el Padre José Vicente Rodriguez OCD) Canta
el santo poeta: “Qué
bien sé yo la fonte que mane y corre, aunque
es de noche.” 1.
Aquella eterna fonte está escondida, que
bien sé yo do tiene su manida, aunque
es de noche. 2.
Su origen no lo sé, pues no le tiene, mas
sé que todo origen de ella tiene, aunque
es de noche. 3.
Sé que no puede ser cosa tan bella, y
que cielos y tierra beben de ella, aunque
es de noche. 4.
Bien sé que suelo en ella no se halla, y
que ninguno puede vadealla, aunque
es de noche. 5.
Su claridad nunca es oscurecida, y
sé que toda luz de ella es venida, aunque
es de noche. 6.
Sé ser tan caudalosos sus corrientes. que
infiernos, cielos riegan y las gentes, aunque
es de noche. 7.
El corriente que nace de esta fuente bien
sé que es tan capaz y omnipotente, aunque
es de noche. 8.
El corriente que de estas dos procede sé
que ninguna de ellas le precede, aunque
es de noche. 9.
Aquesta eterna fonte está escondida en
este vivo pan por darnos vida, aunque
es de noche. 10.
Aquí se está llamando a las criaturas, y
de esta agua se hartan, aunque a oscuras porque
es de noche. 11.
Aquesta viva fuente que deseo, en
este pan de vida yo la veo, aunque
es de noche. Canta el poeta; “Qué
bien sé yo la fonte que mane y corre, aunque es de noche.” San Juan de la
Cruz nos dice que; “Dios es como la fuente, de la cual cada uno coge como
lleva el vaso, y a veces las deja coger por esos caños extraordinarios; mas
no se sigue por eso que es lícito (querer) coger el agua por ellos, si no es
al mismo Dios, que la puede dar cuándo, cómo y a quien él quiere, y por lo
que él quiere, sin pretensión de la parte.” (2S 21,2) Y sobre la noche, nos
dice el santo: “noche, que es la fe, la cual es el admirable medio que
decíamos para ir al término que es Dios” También nos dice que; “se llama noche este tránsito que
hace el alma a la unión de Dios.” (1S 2,1) El santo, sabe bien, es
decir conoce bien desde donde mana esa fuente que es agua para la vida
eterna. Le dice Jesús a la Samaritana: “el que beba del agua que yo le dé, no
tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le dé se convertirá en él en fuente
de agua que brota para vida eterna.” (Jn 4,14) También nos dice Jesús; “el
que crea en mí como dice la Escritura: De su seno correrán ríos de agua
viva.” (Jn 7,38) Y correrán aunque sea
de noche, es decir aunque no la veamos con los ojos, pero si por la fe. El que quiere beber de
la fuente, que mana y brota en la noche, no necesita ver para llevársela en
sus manos a la boca. El Santo dice; “que esto dice el mismo Dios por Jeremías
(2, 13), diciendo: Dejáronme a mí, que soy fuente de agua viva” (3S 19,7) 1.
Aquella eterna fonte está escondida, que
bien sé yo do tiene su manida, (refugio) aunque
es de noche. 1. En esta primera
estrofa nos quiere decir el santo que Dios está escondido, pero él sabe bien
donde tiene su refugio, aunque no lo ve. Dice el santo en Noche
Oscura: “que vaya por fe caminando a él, lo cual ha de ser el entendimiento
ciego y a oscuras en fe sólo, porque debajo de esta niebla se junta con Dios
el entendimiento, y debajo de ella está Dios escondido, según lo dijo David
(Sal.17,10) por estas palabras. La oscuridad puso debajo de sus pies.” (2S
9,1), también dice que; “el cual escondido, como ahora habemos dicho, se va
confirmando el alma en la unión con Dios por amor.” (2N 23,13) Me parece que en medio
de la oscuridad de la vida, conocemos por la fe, esa fuente que puede saciar
nuestra sed intensa. Quizás, muchas cosas no las vemos con la luz del día,
pero si las vemos como las ve el ciego de Bartimeo, un mendigo ciego, estaba
sentado junto al camino que al enterarse de que era Jesús de Nazaret el que
estaba cerca de él, se puso a gritar: “¡Hijo de David, Jesús, ten compasión
de mí!” Es decir el Ciego, en su oscuridad vio la Luz. (Cfr Mc 10,46) 2.
Su origen no lo sé, pues no le tiene, mas
sé que todo origen de ella tiene, aunque
es de noche. 2. En esta segunda
estrofa, me parece que el santo dice que no conoce el origen de Dios, pero el
santo entiende que él es el principio y fin de todo y su origen es eterno. La
Escritura nos relata que; “Al principio Dios creó el cielo y la tierra” (Gn
1,1). Esto supone que Dios ya existía cuando el universo no existía todavía.
Relata el evangelista san Juan; “En el principio existía la Palabra y la
Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios. Ella estaba en el principio
con Dios. Todo se hizo por ella y sin ella no se hizo nada de cuanto existe.”
(Jn 1 1,3) En el Apocalipsis nos dice que Él es el primero, el último, el
alfa y la omega. Dios lo abarca todo con su poder: es “Aquel que es, que era
y que va a venir” (Ap 1,8). Dios es el principio, el
origen de todo, el Creador. Y él creó por amor. Si Dios odiase alguna cosa no
la habría creado y toda criatura es fruto del amor de Dios. Dios ama a todas
las cosas que existen y las conserva en su existencia porque las ama. Debido
a este amor divino, el creador tiene compasión de todos los hombres, incluso
de los que no lo ven, los pecadores y los que están de noche. 3.
Sé que no puede ser cosa tan bella, y
que cielos y tierra beben de ella, aunque
es de noche. 3. Anota el santo en
Cantico Espiritual: “hablando ahora según el sentido y afecto de la
contemplación, es de saber que en la viva contemplación y conocimiento de las
criaturas echa de ver el alma haber en ellas tanta abundancia de gracias y
virtudes y hermosura de que Dios las dotó, que le parece estar todas vestidas
de admirable hermosura y virtud natural, sobre derivada y comunicada de
aquella infinita hermosura sobrenatural de la figura de Dios, cuyo mirar
viste de hermosura y alegría el mundo y a todos los cielos” (CB 5,3) Pero ninguna cosa ni
nada que existe puede igualar la hermosura de Dios. Pero por su gran amor a
lo creado, el hermosea y mantiene todo cuanto es de su origen, cielos y
tierras, nada está lejos de sus manos, aunque no sepamos ver lo que hace, por
la oscuridad de la noche. Dice el sabio: “Porque el espíritu del Señor llena
la tierra y él, que todo lo mantiene unido, tiene conocimiento de todo”
(Sabiduría 1,7). 4. Bien sé que suelo en ella no se
halla, y que ninguno puede vadealla, aunque es de noche. 4. El santo canta que
Dios no está apoyado en un punto específico de la tierra, él está en todo
lugar. Como dice la Escritura; Es "Dios del cielo y de la tierra"
(Gn 24,3), y por tanto no definible dentro de los límites de un solo lugar. Canta el salmista: “¡Señor
nuestro, qué glorioso tu nombre por toda la tierra! Tú que exaltaste tu majestad sobre los
cielos” (Sal 8,2) ¡Alégrense los cielos, regocíjese la tierra, retumbe el
mar” (Sal 96,11) Y canta también el
poeta; “que ninguno puede vadealla, aunque es de noche.”, es decir, aunque
queramos, ninguno puede vadear, esto es aunque el camino sea pasable o
difícil, nadie puede ir algún sitio de la tierra donde él no esté. ¿Por qué?,
porque no hay límites en la tierra para Él. Y en la luz del tiempo, aunque
sea de noche, con Dios vivimos y existimos. 5.
Su claridad nunca es oscurecida, y
sé que toda luz de ella es venida, aunque
es de noche. 5. Canta el salmista; “¡Oh
Dios, ¡qué precioso tu amor! Por eso
los hijos de Adán, a la sombra de tus alas se cobijan. Se sacian con la
comida de tu Casa, en el torrente de tus delicias les das de beber; en ti
está la fuente de la vida, y en tu luz vemos la luz.” (Salmo 36, 8-10) Aunque
vivamos en medio de la oscuridad, la claridad de la fe nos viene de Dios con
su verdadera luz. Dice el santo en Noche Oscura; “Y así, lo que en Dios es
luz y claridad más alta, es para el hombre tiniebla más oscura” (2N 16,11). Y
también nos dice; “sea Dios servido darme su divina luz, porque es bien
menester en noche tan oscura” (N 7,5) más adelante añade; “confíen en Dios,
que no deja a los que con sencillo y recto corazón le buscan, ni los dejará
de dar lo necesario para el camino, hasta llevarlos a la clara y pura luz de
amor” (N 10,3) “Y para probar más claramente la eficacia que tiene esta noche
sensitiva en su sequedad y desabrigo para ocasionar la luz que de Dios
decimos recibir aquí el alma,” (N12,6) y concluye en Subida de Monte Carmelo;
“y la luz, que es Dios,” (2S 4,2). La verdad de la vida, nuestras ganas de
hacer el bien, la bondad y la hermosura, viene de Dios, aunque es de noche. 6.
Sé ser tan caudalosos sus corrientes. que
infiernos, cielos riegan y las gentes, aunque
es de noche. 6. Canta el salmista: “y
corrieron las aguas, fluyeron los torrentes” (Sal 74,15) Y el santo nos canta
en esta estrofa que son caudalosas sus aguas, sus ríos, sus corrientes, y
nada ni nadie, está fuera de sus alcance, ni la tierra ni el infierno, que
misterio más grande, pero nada puede sobrevivir si Dios no mantuviera la
existencia. También canta el salmista; “tú abriste manantiales y torrentes, y
secaste ríos inagotables; tuyo es el día, tuya también la noche, túya la luna y el sol estableciste” (Sal 78,20). Nos describe san Juan de
la Cruz en Llama de Amor Viva: “ya su paladar todo bañado en gloria y amor, y
que hasta lo íntimo de su sustancia está revertiendo no menos que ríos de
gloria, abundando en deleites, sintiendo correr de su vientre los ríos de
agua viva que dijo el Hijo de Dios”, y el santo se refiere a lo que nos ha
dicho Jesús; “Si alguno tiene sed, venga a mí, y beba el que crea en mí”,
como dice la Escritura: De su seno correrán ríos de agua viva.”(Jn 7,38)
Aunque es de noche. 7.
El corriente que nace de esta fuente bien
sé que es tan capaz y omnipotente, aunque
es de noche. 7. Canta la séptima estrofa
el santo poeta; “El corriente (El Hijo, nuestro amado hermano
Jesucristo) que nace de esta fuente
(El Padre) bien sé que es tan capaz y omnipotente, (Todopoderoso) aunque es
de noche.” Entendemos que nos quiere cantar que el Hijo es la corriente que
emana de la fuente que es el Padre. Porque el Hijo, es igual al Padre, de la
misma naturaleza, y divino como El. San Juan de la Cruz,
tratando sobre la Palabra del Padre en Subida a Monte Carmelo, nos dice;
“Que, hablando más claro, quiere decir: el día, que es Dios, en la
bienaventuranza, donde ya es de día, a los bienaventurados ángeles y almas
que ya son día, les comunica y pronuncia la Palabra, que es su Hijo, para que
le sepan y le gocen.” Más adelante añade; “Porque en darnos, como nos dio a
su Hijo, que es una Palabra suya, que no tiene otra, todo nos lo habló junto
y de una vez en esta sola Palabra, y no tiene más que hablar.” Luego agrega;
“en estos días nos lo ha hablado en el Hijo todo de una vez.” Y sigue
diciendo luego; "Si te tengo ya habladas todas las cosas en mi Palabra,
que es mi Hijo, y no tengo otra, (2 S 22,3-5) 8.
El corriente que de estas dos procede sé
que ninguna de ellas le precede, aunque
es de noche. 8. Nos habla el santo en
esta estrofa del Espíritu Santo, que procede del Padre y del Hijo y es igual
a ellos en dignidad. Luego nos dice que sabe que ninguna de ella le precede,
es decir ninguno le precede en gloria o poder. Nos recuerda san Juan de
la Cruz, las palabras del Evangelio de Juan (Jn 3,5); “sobre el que no
renaciere en el Espíritu Santo, no podrá ver este reino de Dios, que es el
estado de perfección. Y renacer en el Espíritu Santo en esta vida, es tener
un alma simílima (similísima) a Dios en pureza, sin tener en sí alguna mezcla
de imperfección, y así se puede hacer pura transformación por participación
de unión, aunque no esencialmente.” (2 S 5,5) El Espíritu Santo,
siempre, aunque es de noche, está allí para acompañarnos, nos lo ha enviado
el mismo Jesús que nos ha dicho; “Pero vosotros le conocéis, porque mora con
vosotros”. (Jn 14, 17) es decir, Jesús nos lo ha dicho, el Espíritu Santo
vive en nosotros. Y el santo nos dice que está para ayudarnos; “muchas veces
a producir y formar aquellos conceptos, palabras y razones verdaderas. Y así,
se las habla, como si fuese tercera persona, a sí mismo. Porque como entonces
el entendimiento está recogido y unido con la verdad de aquello que piensa, y
el Espíritu Divino también está unido con él en aquella verdad, como lo está
siempre en toda verdad, de aquí es que, comunicando el entendimiento en esta
manera con el Espíritu Divino mediante aquella verdad, juntamente las demás
verdades que son acerca de aquella que pensaba, abriéndole puerta y yéndole
dando luz el Espíritu Santo enseñador. Porque ésta es una manera de las que
enseña el Espíritu Santo.” (2 S 29,1) y más adelante añade; “Y si me dijeres
que ¿por qué se ha de privar el entendimiento de aquellas verdades, pues
alumbra en ellas el Espíritu de Dios al entendimiento, y así no puede ser
malo?, digo que el Espíritu Santo alumbra al entendimiento recogido, y que le
alumbra al modo de su recogimiento y que el entendimiento no puede hallar
otro mayor recogimiento que en fe; y así no le alumbrará el Espíritu Santo en
otra cosa más que en fe; porque cuanto más pura y esmerada está el alma en
fe, más tiene de caridad infusa de Dios; y cuanto más caridad tiene, tanto
más la alumbra y comunica los dones del Espíritu Santo, porque la caridad es
la causa y el medio por donde se les comunica.”(2 S 2, 9-6) 9.
Aquesta eterna fonte está escondida en
este vivo pan por darnos vida, aunque
es de noche. 9. Dios, es la “eterna
fonte” y se nos hace presente en la Eucaristía. Allí escondido en un pedacito
de Pan, está vivo y presente para darnos vida y en abundancia. Jesús nos ha
dicho; “es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo; (“aquella eterna
fonte”) porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da la vida al
mundo.” (Jn 6,32) Y como los
discípulos de ayer, hoy queremos decirle; “Señor, danos siempre de ese pan.”
(Jn 6,34). Esa debe haber sido el ansia de san Juan de la Cruz, encerrado en
la prisión y sin el pan de Eucaristía. Pero él siempre sabía que Jesús había
dicho a sus amigos; “Yo soy el pan de la vida. El que venga a mí, no tendrá
hambre, y el que crea en mí, no tendrá nunca sed. (Jn 6,34) Relata el santo en
Cantico Espiritual; “De tal manera anda el alma en este tiempo, que aunque en
breves palabras, no quiero dejar de decir algo de ello, aunque por palabras
no se puede explicar. Porque la sustancia corporal y espiritual parece al
alma se le seca en sed de esta fuente viva de Dios, porque es su sed
semejante a aquella que tenía David cuando dijo (Sal. 41, 2-3): Como el
ciervo desea la fuente de las aguas, así mi alma desea a ti, Dios. Estuvo mi
alma sedienta de Dios, fuente viva; ¿cuándo vendré y pareceré delante la cara
de Dios? Y fatígala tanto esta sed, que no tendría el alma en nada romper por
medio de los filisteos, como hicieron los fuertes de David, a llenar su vaso
de agua en la cisterna de Belén (1 Par. 11, 18), que era Cristo. Porque todas
las dificultades del mundo y furias de los demonios y penas infernales no tendrían
en nada pasar por engolfarse en esta fuente abisal de amor. (CB 12,9) 10.
Aquí se está llamando a las criaturas, y
de esta agua se hartan, aunque a oscuras porque
es de noche. 10. Canta el santo
poeta; “Aquí se está llamando a las criaturas”, es una invitación a Ia fuente
y a hartarse. Dice el Señor; “Yo soy
el pan de la vida….este es el pan que baja del cielo, para que quien lo coma
no muera. Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan,
vivirá para siempre; y el pan que yo le voy a dar, es mi carne por la vida
del mundo.” (Jn 6, 48-51) Todos estamos invitados a alimentarnos del pan de
la vida. Nos están llamando para saciar nuestra hambre y deseos de llegar a
la vida eterna. Dice el Señor; “El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene
vida eterna, y yo le resucitaré el último día.” (Jn 6,54) Allí le conoceremos,
la vida eterna es para que conozcamos al único Dios verdadero, y al que él ha
enviado, Jesucristo. (Cfr. Jn 17,2) “Porque tanto amó Dios al mundo que dio a
su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida
eterna.” (Jn 3,16) Nos canta el santo; “De
esta agua se hartan” en esta agua saciaremos nuestra sed. “aunque a oscuras
porque es de noche.” en la oscuridad de la fe, porque, mientras vivimos en
este mundo, no podemos ver a Dios cara a cara, pero si en la vida Eterna.
Escribe San Juan de la Cruz en Noche Oscura; “Porque…esperanza viva en Dios
da al alma una tal viveza y animosidad y levantamiento a las cosas de la vida
eterna, que, en comparación de lo que allí espera, todo lo del mundo le
parece, como es la verdad, seco y lacio y muerto, de ningún valor. Y aquí se
despoja y desnuda de todas estas vestiduras y traje del mundo, no poniendo su
corazón en nada, ni esperando nada de lo que hay o ha de haber en él,
viviendo solamente vestida de esperanza de vida eterna.” (2N 21,6) 11.
Aquesta viva fuente que deseo, en
este pan de vida yo la veo, aunque
es de noche. 11. En esta última
estrofa, en una emoción contenida, de la sed y el hambre eucarística del
hambriento y sediento Juan de la Cruz, nos recita; Aquesta viva fuente (Dios)
que deseo, en este pan de vida (la Eucaristía) yo la veo, aunque es de
noche”. Ciertamente, en la Eucaristía, colma nuestras aspiraciones más
profunda, "La Eucaristía es fuente y culmen de toda la vida
cristiana" (LG 11). El Señor nos ha dicho; “Este es mi cuerpo que es
entregado por vosotros; haced esto en recuerdo mío”, (Lc 22,19), eso sucedió
como relata el Evangelio de Mateo: “Mientras estaban comiendo, tomó Jesús pan
y lo bendijo, lo partió y, dándoselo a sus discípulos, dijo: « Tomad, comed,
éste es mi cuerpo. » Tomó luego una copa y, dadas las gracias, se la dio
diciendo: Bebed de ella todos” ( Mt 26, 26-27) En todo este cantar, San
Juan de la Cruz alienta un ardiente deseo eucarístico que se desborda
incontenible al final. Sin duda que el ansia amorosa subió de tono durante la
octava del Corpus y el hecho de encontrarse sin poder ni celebrar ni
comulgar, lejos de ser un atenuante fue un verdadero tormento y estímulo:
verdadero martirio. La pena de San Juan de
la Cruz, no era verse puesto en la cárcel, sino la misma que decía Juan
Crisóstomo en una de sus lecciones: "único sea nuestro dolor el vernos
privados de este alimento” (La Eucaristía) Es así, como su dolor por no poder acercarse
a la Sagrada mesa era intensísimo. Y más se lo agrandaba el recordar las
obras de santo Tomás de Aquino en la fiesta del Cuerpo de Cristo; “¡Oh
banquete precioso y admirable, banquete saludable y lleno de toda suavidad!.....
No hay ningún sacramento más
saludable que éste…"nadie puede, nadie es capaz de expresar la suavidad
de este Sacramento por medio del cual la dulzura espiritual se gusta en su
fuente". Pedro Sergio Antonio Donoso Brant Escrito con la asistencia del P. Maximiliano
Herráiz G. OCD, con las enseñanzas del Padre Jose Vicente Rodriguez OCD y lo
aprendido de mis maestros del CITeS. Revisado por Anita Luz Nuñez Farías En Ávila, Pascua 2016 S= Subida
a Monte Carmelo N= Noche
Oscura C= Cantico
Espiritual Textos
Bíblicos de la Sagrada Biblia de Jerusalén. San Juan de
la Cruz, Obras Completas, Editorial Monte Carmelo |