“EL PASTORCICO” “Otras canciones a lo divino de Cristo y el alma.” Comentario personal al poema de San Juan de la Cruz Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant El poema el Pastorcico de
San Juan de la Cruz, es una hermosísima, sensible y delicada alegoría del
amor del Hijo de Dios, nuestro amado Cristo a los que más amó, he hizo sus
hermanos, (Cfr. Mt 12,50) y por los que dio su vida en la Cruz. Toda esta
poesía está impregnada de fuertes sentimiento de consideración, con una dulce
tristeza, que ha llevado al poeta a poner palabras y acentos fácilmente
transformadores de imágenes muy emotivas. Este poema ha sido fuentes
de discusión y comentarios sobre su origen e influencias, con encendidas
polémicas sobre si el autor es San Juan de la Cruz o es una copia de otro
poema de carácter pastoril de la época (“Redondillas”)
en que la
escribió el Santo. Pero debemos considerar que la educación que recibió San
Juan de la Cruz como estudiante con los Jesuitas de Medina del Campo y su
preparación como filósofo y teólogo en la Universidad de Salamanca, le
permitía conocer poemas de todo tipo y de diversas influencias, y luego de
una madurez mística y espiritual, el Santo haya sacado desde su interior la
inspiración de esta poesía, inspirándose en la belleza del ambiente pastoril,
especialmente teniendo en cuenta que mucho de la poesía de San Juan de la
Cruz esta empapada de elementos del aire, el agua, la tierra, los bosques y
las montañas. Es una pena que ni el mismo
“Patrón de los Poetas Españoles”, se ha salvado de los que gustan de crear
polémicas para sembrar mantos de dudas sobre la creatividad poética del Santo
y anunciar novedades dando créditos y publicando antecedentes de este poema
en revistas de Filologías, haciendo análisis críticos del texto, basado en
cuestiones de fechas, pero sin dar verdaderas pruebas de lo que proclaman. No
obstante estas polémicas, la permanente contemplación de las Sagradas
Escrituras que hizo San Juan de la Cruz, la vida de amor a Cristo, su experiencia del amor
divino, a mí no me provoca duda de su originalidad y de su capacidad de
transformar poemas y hechos de su época mediante versos que tienen una fuerza
que nace de su experiencia teologal vivida. Con todo, el comentario de
esta poesía, es solo fruto de lo que a mí me ha invitado descubrir desde mi
interior, reflexionando cada verso y al mismo tiempo recordando lo que nos
enseñan los evangelios. Por tanto advierto, que en ningún caso es un
comentario opinando sobre la inspiración que sintió el poeta al crear este
poema, como él lo llama: “Otras canciones a lo divino de Cristo y el alma.” UN PASTORCICO 1. Un pastorcico solo está penado, Un pastorcico se lamenta,
vive y se desvive por su pastora, hasta morir por ella y su pecho de amor
queda muy lastimado. Este poema es para mí una pequeña obra maestra, que en su sencillez es capaz de emocionar
el corazón a pesar de que esta pequeña historia culmine con situaciones
trágicas como el pecho lastimado y encumbrado con los brazos abiertos sobre
un árbol. En la primera estrofa, el
poeta nos presenta dos personajes, un pastorcito y una pastora. El Santo
siempre en sus poemas nos habla de dos personajes importantes, Cristo y el
alma. No nos cabe duda que él es un célebre poeta de la poesía a lo divino,
por esa razón que no es difícil comprender que mediante una alegoría, él nos
hable de un pastorcico que es Cristo y de una pastora que lo olvida que es el
alma. Comienza el poeta: “Un pastorcico solo”. El Señor le
dice a sus discípulos: “Mirad que llega la hora (y ha llegado ya) en que os
dispersaréis cada uno por vuestro lado y me dejaréis solo” (Jn 16,32) sigue
el poeta: “está penado”, es decir
triste. Relata Mateo: “Comenzó a sentir tristeza y angustia.” (Mt 26,36) y
sigue el Señor: “Mi alma está triste hasta el punto de morir” (Mt 26,38)
recita el poeta; “ajeno de placer y de
contento” y el evangelio relata: “Y adelantándose un poco, cayó rostro en
tierra, y suplicaba así: Padre mío, si es posible, que pase de mí esta copa,
pero no sea como yo quiero, sino como quieras tú.” (Mt 26, 39) y finaliza el
primer verso: “y en su pastora puesto
el pensamiento y el pecho del amor muy lastimado.” Luego en la segunda estrofa el poeta, parece querer explicar los
motivos del llanto del pastorcico, “No
llora por haberle amor llagado”, donde sus sollozos no vienen por lo que
le han hecho. Mateo dice que al
Señor después de escupirle, cogieron la caña y le golpeaban en la cabeza. (Mt
27,30) Sigue le poeta: “que no le pena verse así afligido.” También
relata el evangelio: “Le desnudaron y le echaron encima un manto púrpura; y,
trenzando una corona de espinas, se la pusieron sobre su cabeza”, (Mt
27,28-29). Sigue el poeta: “aunque en
el corazón está herido”. Como no iba a estar herido, si los que pasaban
por allí le insultaban, meneando la cabeza y diciendo: «Tú que destruyes el
Santuario y en tres días lo levantas, ¡sálvate a ti mismo, si eres Hijo de
Dios, y baja de la cruz!» (Mt 27,40). Continua el Santo; “más llora por pensar que está olvidado.” Inmediatamente
me recuerda la oración del Señor en
sus últimos minutos: « ¡Dios mío, Dios mío! ¿por qué
me has abandonado?» (Mt 27,46) Sigue el poeta recitando; “Que sólo de pensar que está olvidado”,
es decir abandonado en indefenso
“de su bella pastora, con gran pena se deja maltratar en tierra ajena,” De la misma manera le injuriaban
también los salteadores crucificados con él, por lo que se queda con “el pecho del amor muy lastimado.” “Y dice el pastorcito: ¡Ay, desdichado
de aquel que de mi amor ha hecho ausencia y no quiere gozar la mi
presencia!”, También
le injuriaban los que con él estaban crucificados. (Mc 15,32) Uno de los
malhechores colgados le insultaba» (Lc 23,39), es así como el pastorcico
queda con; “el pecho por su amor muy
lastimado”: Y se
atreve a juzgar otro de los crucificados, como consuelo al Cristo; «Y éste nada malo ha hecho. » (Lc 23,41) Y es así, como el Santo
concluye en su poema; “Y a cabo de un
gran rato se ha encumbrado sobre un árbol, do abrió sus brazos bellos” Relata
Mateo: “Le crucifican y
se reparten sus vestidos, echando a suertes a ver qué se llevaba cada uno.”
(Mt 27,34) En el lenguaje poético de San Juan de la Cruz, el árbol es la Cruz. “y muerto se ha quedado asido dellos.” El evangelista dice: “Entonces dando de nuevo un fuerte grito,
exhaló el espíritu.” (Mt 27,50), Y es así como el pastorcico quedó con “el pecho del amor muy lastimado.”
Con todo; “Al ver el centurión, que estaba
frente a él, que había expirado de esa manera, dijo: « Verdaderamente este
hombre era Hijo de Dios.” (Mc 15,39) Ciertamente, estas referencias que
he realizado del poema “El Pastorcico”, es personal, quizás no las hubiese
relacionado así sin conocer al Santo en cuanto a su mística y su creación
poética a lo divino. Por otra parte, a pesar de lo comentarios sobre la
originalidad del poema de “El Pastorcico”, San Juan de la Cruz nos revela que
su composición, aunque haya tenido influencias y además esto es conocido por
los eruditos estudiosos del Santo, pienso que se trata de un poema distinto
al de “Redondillas”, el cual tiene versos parecidos. Con todo, para los
verdaderamente estudiosos del origen de las poesías de la época, las
influencias resultan obvias y fácilmente rastreables. Hay que tomar en
cuenta, que en la época de San Juan de la Cruz, era costumbre tomar liricas
paganas y transformarla en religiosas, pero en este caso, la adaptación a lo
divino y el cambio de sentido de este poema, que puede haber sido amoroso a
uno religioso, nos muestra la capacidad del Santo de dar un añadido extra a
su propia composición, la cual la hace única, y nos invita a meditar íntima y
profundamente el dolor y la pena de Cristo “el pecho
por su amor muy lastimado!” El Pastorcico” lleva la aclaración
“Otras canciones a lo divino de Cristo y el alma”. Pero queda claro que el
texto de San Juan no es plagio, y tiene el sello del amor con el cual siempre
el Santo habló de su amado. Cantamos
el Himno en la Liturgia de las Horas: ¡Oh Cruz fiel, árbol único en nobleza! Dibujo realizado por San
Juan de la Cruz Pedro Sergio Antonio Donoso Brant Pascua 2016 |