EL
PENSAMIENTO DEL SANTO PADRE JUAN PABLO II Edición Nº 10 Pedro Sergio Antonio
Donoso Brant |
Catequesis de Su Santidad Juan Pablo II 11
de septiembre de 1985 DIOS,
ESPÍRITU INFINITAMENTE PERFECTO 1. Dios es espíritu': son las palabras que dijo nuestro Señor
Jesucristo durante el coloquio con A la luz de estas palabras continuamos en esta catequesis comentando
la primera verdad del símbolo de la fe: 'Creo en Dios'. Hacemos referencia en
particular a la enseñanza del Concilio Vaticano I en 2. Porque el Dios de nuestra fe es la eternidad, es Plenitud de vida,
y como tal se distingue de todo lo que vive en el mundo visible. Se trata de
una 'vida' que hay que entender en el sentido altísimo que la palabra tiene
cuando se refiere a Dios que es espíritu, espíritu puro, de tal manera que,
como enseña el Vaticano I, es inmenso e invisible.
No encontramos en El nada mensurable según los criterios del mundo creado y
visible ni del tiempo que mide el fluir de la vida del hombre, porque Dios
está sobre la materia, es absolutamente 'inmaterial'. Sin embargo, la
'espiritualidad' del ser divino no se limita a cuanto podemos alcanzar según
la vía negativa: es decir, sólo a la inmaterialidad. Efectivamente podemos
conocer, mediante la vía afirmativa, que la espiritualidad es un atributo del
ser divino, cuando Jesús de Nazaret responde a 3. El texto conciliar del Vaticano I, a que nos referimos, afirma la
doctrina sobre Dios que La doctrina sobre la espiritualidad del ser divino, transmitida por la
revelación, ha sido claramente formulada en este texto con la 'terminología
del ser'. Se revela en la formulación: 'Substancia
espiritual'. La palabra 'substancia', en efecto,
pertenece al lenguaje de la filosofía de ser. El texto conciliar intenta
afirmar con esta frase que Dios, el cual por su misma Esencia se distingue de
todo el mundo creado, no es sólo el Ser subsistente, sino que, en cuanto tal,
es también Espíritu subsistente. El Ser divino es por propia esencia
absolutamente espiritual. 4. Espiritualidad significa inteligencia y voluntad libre. Dios es
Inteligencia, Voluntad y Libertad en grado infinito, así como es también toda
perfección en grado infinito. Estas verdades sobre Dios tienen muchas confirmaciones en los datos de
la revelación, que encontramos en Viene a la mente ante todo la magnifica exclamación de San Pablo en Las palabras del Apóstol resuenan como un eco potente de la doctrina
de los libros sapienciales del antiguo Testamento: 'Su sabiduría no tiene
medida', proclama el Salmo 146, Mientras los autores 'sapienciales' hablan de Dios en tercera persona:
'El', el Profeta Isaías pasa a la primera persona: 'Yo'. Hace decir a Dios
que le inspira: 'Como el cielo es más alto que la tierra, mis caminos son más
altos que los vuestros, mis pensamiento son más altos que los vuestros' (Is
55, 9). 5. En los 'pensamientos' de Dios y en su 'ciencia y sabiduría' se
expresa la infinita perfección de su Ser: por su Inteligencia absoluta Dios
supera incomparablemente todo lo que existe fuera de El. Ninguna criatura y
en particular ningún hombre puede negar esta
perfección. '"Oh hombre!. ¿Quién eres tú para
pedir cuentas a Dios?. ¿Acaso dice el vaso al
alfarero: ¿Por qué me has hecho así?. ¿O es que el
alfarero no es dueño de la arcilla?' -pregunta San Pablo- (Rom 9, 20). Este
modo de pensar y de expresarse está heredado del Antiguo Testamento:
parecidas preguntas y respuestas se encuentran en Isaías (Cfr. 29, 15; 45, 9-11)
y en el Libro de Job (Cfr. 2, 9-10; 1, 21). El libro del Deuteronomio, a su
vez, proclama: '"¡Dad gloria a nuestro Dios!.
¡El es 6. En el Sermón de La infinita perfección de Dios está constantemente presente en la enseñanza
de Jesucristo. El que dijo a 7. Sólo Dios es Bueno y posee la perfección infinita de la bondad.
Dios es la plenitud de todo bien. Así como El 'Es' toda la plenitud del ser,
del mismo modo 'Es bueno' con toda la plenitud del Bien. Esta plenitud de
bien corresponde a la infinita perfección de su Voluntad, lo mismo que a la
infinita perfección de su entendimiento y de su Inteligencia corresponde la
absoluta plenitud de Dios, este Bien infinito que es absoluta plenitud de verdad. 'est diffusivum
sui' (S. Th. I, q.5, a.4, ad 2). También por esto se ha revelado, a sí mismo: Este Dios que se ha revelado a Sí mismo, desea de modo inefable e
incomparable comunicarse, darse. Este es el Dios de Fuente vatican.va |
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