EL
CUIDADO Y DE
LOS ENFERMOS Pedro
Sergio Antonio Donoso Brant “Estuve enfermo y fueron a visitarme” (San Mateo 25,36)” |
XIV NUESTRA SEÑORA DE LOS DOLORES Rezar despacio, meditando estos dolores: 1º DOLOR Virgen María: por el dolor que sentiste cuando Simeón te anunció que
una espada de dolor atravesaría tu alma, por los sufrimientos de Jesús, y ya
en cierto modo te manifestó que tu participación en nuestra redención como
corredentora sería a base de dolor; te acompañamos en este dolor. . . Y, por
los méritos del mismo, haz que seamos dignos hijos tuyos y sepamos imitar tus
virtudes. Dios te salve, María,… 2º DOLOR Virgen María: por el dolor que sentiste cuando tuviste que huir
precipitadamente tan lejos, pasando grandes penalidades, sobre todo al ser tu
Hijo tan pequeño; al poco de nacer, ya era perseguido de muerte el que
precisamente había venido a traernos vida eterna; te acompañamos en este
dolor . . . Y, por los méritos del mismo, haz que sepamos huir siempre de las
tentaciones del demonio. Dios te salve, María,… 3º DOLOR Virgen María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste
al perder a tu Hijo; tres días buscándolo angustiada; pensarías qué le habría
podido ocurrir en una edad en que todavía dependía de tu cuidado y de San
José; te acompañamos en este dolor . . . Y, por los méritos del mismo, haz
que los jóvenes no se pierdan por malos caminos. Dios te salve, María,… 4º DOLOR EL ENCUENTRO DE JESÚS CON Virgen María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste
al ver a tu Hijo cargado con la cruz, como cargado con nuestras culpas,
llevando el instrumento de su propio suplicio de muerte; Él, que era creador
de la vida, aceptó por nosotros sufrir este desprecio tan grande de ser
condenado a muerte y precisamente muerte de cruz, después de haber sido
azotado como si fuera un malhechor y, siendo verdadero Rey de reyes, coronado
de espinas; ni la mejor corona del mundo hubiera sido suficiente para
honrarle y ceñírsela en su frente; en cambio, le dieron lo peor del mundo
clavándole las espinas en la frente y, aunque le ocasionarían un gran dolor
físico, aún mayor sería el dolor espiritual por ser una burla y una
humillación tan grande; sufrió y se humilló hasta lo indecible, para
levantarnos a nosotros del pecado; te acompañamos en este dolor . . . Y, por
los méritos del mismo, haz que seamos dignos vasallos de tan gran Rey y
sepamos ser humildes como Él lo fue. Dios te salve, María,… 5º DOLOR Virgen María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste
al ver la crueldad de clavar los clavos en las manos y pies de tu amadísimo
Hijo, y luego al verle agonizando en la cruz; para darnos vida a nosotros,
llevó su pasión hasta la muerte, y éste era el momento cumbre de su pasión;
Tú misma también te sentirías morir de dolor en aquel momento; te acompañamos
en este dolor. Y, por los méritos del mismo, no permitas que jamás muramos
por el pecado y haz que podamos recibir los frutos de la redención. Dios te
salve, María,… 6º DOLOR Virgen María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste
al ver la lanzada que dieron en el corazón de tu Hijo; sentirías como si la
hubieran dado en tu propio corazón; el Corazón Divino, símbolo del gran amor
que Jesús tuvo ya no solamente a Ti como Madre, sino también a nosotros por
quienes dio la vida; y Tú, que habías tenido en tus brazos a tu Hijo
sonriente y lleno de bondad, ahora te lo devolvían muerto, víctima de la
maldad de algunos hombres y también víctima de nuestros pecados; te
acompañamos en este dolor . . . Y, por los méritos del mismo, haz que sepamos
amar a Jesús como El nos amo. Dios te salve, María,… 7º DOLOR EL ENTIERRO DE JESÚS Y Virgen María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste
al enterrar a tu Hijo; El, que era creador, dueño y señor de todo el universo,
era enterrado en tierra; llevó su humillación hasta el último momento; y
aunque Tú supieras que al tercer día resucitaría, el trance de la muerte era
real; te quitaron a Jesús por la muerte más injusta que se haya podido dar en
todo el mundo en todos los siglos; siendo la suprema inocencia y la bondad
infinita, fue torturado y muerto con la muerte más ignominiosa; tan caro pagó
nuestro rescate por nuestros pecados; y Tú, Madre nuestra adoptiva y
corredentora, le acompañaste en todos sus sufrimientos: y ahora te quedaste
sola, llena de aflicción; te acompañamos en este dolor . . . Y, por los
méritos del mismo, concédenos a cada uno de nosotros la gracia particular que
te pedimos… Dios te salve, Maria,… Gloria al Padre . He conseguido de mi Divino Hijo que las almas que propaguen esta
devoción a mis lágrimas y dolores sean trasladadas de esta vida terrenal a la
felicidad eterna directamente, pues serán borrados todos sus pecados, y mi
Hijo y Yo seremos su consolación y alegría. |
La
oración, bella oportunidad para dialogar con Dios. Estén
siempre alegres, oren si cesar, (1 Tes 5,15) Unidos
en la Oración Pedro
Sergio Antonio Donoso Brant |