Reflexión desde las Lecturas del XXXIII Domingo del Tiempo Ordinario,
Ciclo C Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant 1.
Falsos profetas, “Tengan cuidado, no se
dejen engañar”. No quedará piedra sobre piedra. Continuando con la mirada puesta
en las cosas últimas y definitivas, “Tengan cuidado, no se dejen engañar”. Son muchas veces las que el Nuevo Testamento nos advierte que surgirán falsos maestros y profetas (1 Tim 1,3-7; 6,3-5; 2 Tim 4,3-4; 2 Pe 2,1-3...) y que hemos de estar atentos para no dejarnos embaucar. En estos tiempos de confusión es necesaria más que nunca una fe firme y vigilante, una fe consciente y bien formada que sea capaz de discernir para detectar y denunciar estos falsos Mesías: muchos vendrán usando mi nombre, diciendo: «Yo soy». Al final se pondrá de manifiesto su falsedad, pues desaparecerán como la paja, “hasta no dejarles raíz ni rama” (primera lectura). Pero mientras tanto pueden causar estragos. “Serán odiados por todos a causa de mi nombre”. La persecución no debe sorprender al cristiano. Está más que avisada por Cristo. Más aún, está asegurada al que le es fiel a Él y a su evangelio. Por lo demás, nada más falso que concebir la vida en este mundo como un remanso de paz. La vida nos ha sido dada para combatir, para luchar por Cristo y por los hermanos. El que renuncia a luchar ya está derrotado. La seguridad nos viene de la protección fiel de Cristo, que ha luchado y sufrido antes que nosotros y más que nosotros. 2. PRIMERA LECTURA Mal 3, 19-20 Comentario: El “del Señor”, el día de la justicia y la victoria de Dios sobre el mal, es uno de los temas de la predicación de los profetas. Ese día implacable que llegará indefectiblemente, será un día de juicio, porque pondrá en evidencia a los agentes del mal y a quienes han vivido con rectitud. Sin embargo, no es un día de terror, sino de esperanza para quienes han vivido de acuerdo a la voluntad de Dios. Lectura de la profecía de Malaquías. Llega el Día, abrasador como un horno. Todos los
arrogantes y los que hacen el mal serán como paja; el Día que llega los
consumirá, dice el Señor de los ejércitos, hasta no dejarles raíz ni rama.
Pero para ustedes, los que temen mi Nombre, brillará el sol de justicia que
trae la salud en sus rayos. Palabra de Dios. 1.1 Pero para ustedes, los que temen mi
Nombre, brillará el sol de justicia El día del juicio es purificador
para el pueblo de Dios, no obstante también es exterminador como horno
ardiendo para los pecadores. Será el día de la gran separación entre justos y
pecadores. Para los primeros, el día del Señor será un día donde “brillará
el sol de justicia”, una nueva aurora prometedora de justicia y
equidad, pues traerá “la salud en sus rayos El sol
naciente de justicia es comparado a un ave de buen augurio que trae la salud
a los justos. En Sal 139:9 se habla de las alas de la aurora. El sol era
representado en los monumentos como un disco alado. Los justos triunfarán
plenamente, lo que supondrá la humillación de los pecadores “pero para ustedes, los que temen mi
Nombre, brillará el sol de justicia que trae la salud en sus rayos”. El fragmento que de la Palabra
de hoy, esta tomado de la sección sexta del libro de Malaquías, está
iluminado por la llegada de “día, abrasador como un horno”, donde
el calor abrasará: “hasta no dejarles raíz ni rama” de
los árboles que dan frutos nocivos, sin que puedan volver a germinar. Sin
embargo, “brillará el sol de justicia”, que extenderá sus rayos como
alas para recubrir y calentar a quienes todavía experimentan los escalofríos
ante los crímenes y los delitos. Ese día, una vez eliminados “todos
los arrogantes y los que hacen el mal”, se podrá salir, por fin, de casa y vivir con alegría. Ese día,
por tanto, permite recuperar la calidad de la vida para aquellos que apuestan
por ser personas rectas ante Dios, mientras que marcará el fracaso de los que
buscan ganar explotando a los miembros de su pueblo, conspirando junto con
los delincuentes que encuentran. También en otros libros de la Biblia se habla del “día del Señor” como día de salvación y de condena (Mal 3,2; Is 2,6-22; Am 5,18-20; Sof 1,15-18). Malaquías también habla de él porque quiere que el pueblo, una vez vuelto del exilio, recupere su cualidad más pura: en el culto, en la vida, en sus valores más elevados. No se contenta con la mediocridad, no le basta, por ejemplo, que se haya reconstruido el templo. Quiere que, empezando por el templo, todo se haga bien, en un clima de respeto al mismo Dios. Quiere que todo el pueblo esté preparado para contemplar el sol de su justicia y no dude de que éste permanecerá aunque, en plena tempestad, se acumulen las nubes. (cf. 2,18). 3.
SALMO
Sal 97, 5-9 R. El Señor viene a gobernar los pueblos. Canten al Señor con el arpa y al son de instrumentos
musicales; con clarines y sonidos de trompeta aclamen al Señor, que es Rey.
R. Resuene el mar y todo lo que hay en él, el mundo y
todos sus habitantes; aplaudan las corrientes del océano, griten de gozo las
montañas al unísono. R. Griten de gozo delante del Señor, porque Él viene a
gobernar la tierra; Él gobernará el mundo con justicia, y los pueblos con rectitud.
R. 3.1 CANTEN, aclamen, Griten de gozo delante
del Señor Con frases redundantes, el salmista invita a todos los habitantes del orbe a mostrarse exultantes por el advenimiento próximo del Juez de la tierra. “Canten al Señor con el arpa …… aclamen al Señor, que es Rey…... Griten de gozo delante del Señor” No se alude para nada a la liberación de Israel. La perspectiva es más amplia. A este júbilo de los habitantes de la tierra debe responder la exultación de la naturaleza inanimada: el mar, los ríos y los montes. “Resuene el mar y todo lo que hay en él, el mundo y todos sus habitantes; aplaudan las corrientes del océano, griten de gozo las montañas al unísono”. El Señor va a inaugurar los tiempos mesiánicos, gobernando con justicia y equidad. Esto es algo nuevo en la historia, y por eso la misma naturaleza inanimada debe asociarse al triunfo moral que va a dominar la sociedad en el nuevo orden de cosas. 4. SEGUNDA LECTURA 2Tes 3, 6-12 El trabajo es dignidad, y quien ha optado por vivir de los demás es indigno de la comunidad cristiana. Es por eso que san Pablo se pone como ejemplo aludiendo que, aunque era predicador, se ganó el pan con sus propias manos sin depender de nadie. Ningún cristiano entonces debe aprovecharse de la bondad y la generosidad de la comunidad para justificar su ociosidad. Lectura de la segunda carta del Apóstol san Pablo a los
cristianos de Tesalónica. Hermanos: Les ordenamos, en nombre de nuestro Señor
Jesucristo, que se aparten de todo hermano que lleve una vida ociosa,
contrariamente a la enseñanza que recibieron de nosotros. Porque ustedes ya
saben cómo deben seguir nuestro ejemplo. Cuando estábamos entre ustedes, no
vivíamos como holgazanes, y nadie nos regalaba el pan que comíamos. Al
contrario, trabajábamos duramente, día y noche, hasta cansarnos, con tal de
no ser una carga para ninguno de ustedes. Aunque teníamos el derecho de
proceder de otra manera, queríamos darles un ejemplo para imitar. En aquella ocasión
les impusimos esta regla: el que no quiera trabajar, que no coma. Ahora, sin embargo,
nos enteramos de que algunos de ustedes viven ociosamente, no haciendo nada y
entrometiéndose en todo. A éstos les mandamos y les exhortamos en el Señor
Jesucristo que trabajen en paz para ganarse su pan. Palabra de Dios. 4.1 aparten de todo hermano que lleve una vida
ociosa Este párrafo de la Carta a los
cristianos de Tesalónica, está dictado por el comportamiento extravagante de
algunos miembros de la comunidad que habían abandonado su puesto de trabajo
en nombre del Evangelio, tal vez a causa de la fe en una inminente manifestación
del Señor. Este cristianismo vivido entre las nubes no ayudaba al crecimiento
de la comunidad ni a su credibilidad en el ambiente de Tesalónica. Página admirable de equilibrio,
donde el Apóstol sabe juntar la autoridad y la moderación en el trato con los
que no andan por el recto camino. Parece que esos fieles “fuera de orden”
(v.6:11), para cuya corrección da instrucciones, son los mismos aludidos ya
en la primera carta que, ante la persuasión de una próxima parusía,
descuidaban el trabajo, con los consiguientes trastornos para la vida de la
comunidad. San Pablo ordena respecto de
ellos una especie de excomunión; “Les ordenamos, en nombre de nuestro Señor
Jesucristo, que se aparten de todo hermano que lleve una vida ociosa,
contrariamente a la enseñanza que recibieron de nosotros”; pero que
todo se haga con caridad, buscando su bien; “A éstos les mandamos y les
exhortamos en el Señor Jesucristo que trabajen en paz para ganarse su pan”.
Pablo, se propone a sí mismo como ejemplo, que nunca quiso comer de balde el
pan de nadie, sino que trabajaba día y noche para no ser gravoso a los demás:
“Porque
ustedes ya saben cómo deben seguir nuestro ejemplo”. 4.2 el que no quiera trabajar, que no coma Pablo había encontrado ya muchos vagabundos dedicados a procurar molestias al prójimo y se había visto obligado a demostrar, trabajando, que no era como ellos. Por consiguiente, no había necesidad de tener otros precisamente dentro de la comunidad. El apóstol, que aunque estaba revestido de la autoridad de guía: “Aunque teníamos el derecho de proceder”, se había camuflado en Tesalónica entre los trabajadores y no se había avergonzado de ganarse el pan como ellos, no quiere que nadie deje de trabajar y viva sin esquemas de referencia. “Ahora, sin embargo, nos enteramos de que algunos de ustedes viven ociosamente, no haciendo nada y entrometiéndose en todo”. Propone el apóstol la imitación- de su propia conducta. “Cuando estábamos entre ustedes, no vivíamos como holgazanes, y nadie nos regalaba el pan que comíamos. Al contrario, trabajábamos duramente, día y noche, hasta cansarnos, con tal de no ser una carga para ninguno de ustedes”. En efecto, el mismo Pablo les suministra la más evidente demostración de la viabilidad del mensaje cristiano en todos los ambientes de vida. Las palabras de la carta recuerdan los dichos del Evangelio sobre el siervo fiel y vigilante que el señor encuentra despierto. Éste recibirá su recompensa precisamente porque no ha abandonado su ocupación, sino que, por estar seguro de la vuelta del Señor, le hace encontrar todo en orden y a él mismo dispuesto. 5. EVANGELIO
Lc 21, 5-19 Las palabras de Jesús suenan determinantes: “el tiempo está cerca”,
aún cuando no da detalles ni datos precisos. Esto enseña a no especular con
fechas fantasiosas rodeadas de signos que indican el final sino por el
contrario, alienta una actitud de constancia frente a los inconvenientes,
sufrimientos, amenazas y persecuciones. Evangelio de nuestro Señor
Jesucristo según san Lucas Como algunos, hablando del
Templo, decían que estaba adornado con hermosas piedras y ofrendas votivas,
Jesús dijo: «De todo lo que ustedes contemplan, un día no quedará piedra
sobre piedra: todo será destruido». Ellos le preguntaron: «Maestro, ¿cuándo
tendrá lugar esto, y cuál será la señal de que va a suceder?»Jesús respondió:
«Tengan cuidado, no se dejen engañar, porque muchos se presentarán en mi
Nombre, diciendo: "Soy yo", y también: "El tiempo está
cerca". No los sigan. Cuando oigan hablar de guerras y revoluciones no
se alarmen; es necesario que esto ocurra antes, pero no llegará tan pronto el
fin». Después les dijo: «Se levantará nación contra nación y reino contra
reino. Habrá grandes terremotos; peste y hambre en muchas partes; se verán
también fenómenos aterradores y grandes señales en el cielo. Pero antes de
todo eso, los detendrán, los perseguirán, los entregarán a las sinagogas y
serán encarcelados; los llevarán ante reyes y gobernadores a causa de mi
Nombre, y esto les sucederá para que puedan dar testimonio de mí. Tengan bien
presente que no deberán preparar sus defensas,
porque Yo mismo les daré una elocuencia y una sabiduría que ninguno de sus
adversarios podrá resistir ni contradecir. Serán entregados hasta por sus
propios padres y hermanos, por sus parientes y amigos; y a muchos de ustedes
los matarán. Serán odiados por todos a causa de mi Nombre. Pero ni siquiera
un cabello se les caerá de la cabeza. Gracias a la constancia salvarán sus
vidas». Palabra del Señor. 5.1 LA
DESTRUCCIÓN DE JERUSALÉN El tema es
introducido ante la observación que le hacen los discípulos, no sabemos cuáles
fueron los que preguntaron, Lucas no lo dice, es decir omite los nombres de
los discípulos que así abordan a Jesús. A la vista de aquel magnífico templo,
que en Mt-Mc se destaca, más que por la belleza, por la consistencia y
fortaleza, les dice que llegará un día en que todo él será destruido. Antes de la
destrucción de Jerusalén se les describe un panorama de angustias de todo
tipo. Aparecerán falsos Mesías; habrá toda clase de cataclismos — guerras,
hambres, pestes, señales en el cielo — Aparte de los elementos que tuvieron
cumplimiento histórico, el anuncio está hecho con frases de tipo
apocalíptico, lo que provoca una gran preocupación. 5.2 DE
TODO LO QUE USTEDES CONTEMPLAN El texto acusa
la admiración y orgullo judío de aquel soberbio edificio. En el Evangelio de
Marcos dice: “Maestro, mira qué piedras y qué construcción” Y Lucas mismo
pone en boca de algunos discípulos el comentario de admiración sobre estos
que ponderaban la solidez de la construcción del templo y la belleza de las
ofrendas votivas que lo adornaban. Me imagino que la visión del templo tenía
que ser verdaderamente deslumbrante en un día de sol. Herodes el
Grande, para ganarse la voluntad de los judíos y para satisfacer un poco a
ellos de su origen idumeo y además usurpador, reconstruyó el templo, en
proporciones colosales y con una riqueza de ornamentación fabulosa. 5.3 NO
QUEDARÁ PIEDRA SOBRE PIEDRA DE TODO ESTO QUE ESTÁN ADMIRANDO La respuesta de
Jesucristo a esta invitación de los discípulos fue la más sorprendente y
tajante de todas. Pues, de todo aquello que veían, dijo: “Días
vendrán en que no quedará piedra sobre piedra de todo esto que están
admirando; todo será destruido”. Entonces le
preguntaron: “Maestro, ¿cuándo va a ocurrir esto?, y ¿cuál será la señal de que ya
está a punto de suceder?” La sorpresa para los apóstoles tuvo que ser
fuerte; no sólo por lo que significaba la destrucción de la gran fortaleza,
sino, y mucho más, por lo que significaba la destrucción del templo de Dios,
centro y vida del pueblo judío. ¿Cuándo sería? La profecía quedaba hecha y
deliberadamente sumida en tiempo incierto: “Vendrían días.” 5.4 CUÍDENSE
DE QUE NADIE LOS ENGAÑE Jesús les
respondió: “Cuídense de que nadie los engañe; porque muchos vendrán usurpando mi
nombre y dirán: “Yo soy el Mesías.” Esto que dice el Señor que muchos
vendrán en mi nombre, no quiere decir “venir en mi nombre” que vengan como
representantes suyos, sino que vendrán, como abiertamente dice Mt, como
falsos “Mesías”, que es lo mismo que se dice aquí en Lucas, cuando aparecerán
diciendo: “Yo soy el Mesías” y “Ha llegado el tiempo” El efecto que causarán
es que “engañarán a muchos” (Mt-Mc). Pero también nos dice que no les hagan
caso. Cuando oigan hablar de guerras y revoluciones, que no los domine el pánico,
porque eso tiene que acontecer, pero todavía no es el final. Es decir el
Señor nos da garantías previas: “no les hagan caso”, esto es “No
deben preocuparse de su defensa, pues el Espíritu Santo les sugerirá lo que
hayan de decir” (Mt-Mc-Lc) o “No se perderá ni un cabello de vuestra
cabeza” (Lc), con lo que se expresa la providencia especialísima de Dios
sobre ellos o también “El que perseverare hasta el fin, ése se salvará”
(Mt-Mc-Lc). 5.5 “SE
LEVANTARÁ UNA NACIÓN CONTRA OTRA Y UN REINO CONTRA OTRO. Luego les dijo: “Se
levantará una nación contra otra y un reino contra otro. En diferentes
lugares habrá grandes terremotos, epidemias y hambre, y aparecerán en el
cielo señales prodigiosas y terribles” Lucas y del
mismo modo los otros evangelistas presentan un cuadro trágico de preludios de
catástrofes, al leer los evangelios encontramos que se dice que habrá falsos
Mesías, guerras, hambres, pestes, terremotos, prodigios grandes y espantosos
en el cielo, y dirigido personalmente en el contexto a los apóstoles se les
anuncian que pasaran calamidades tales como “Se os prenderá y se os llevará a
los tribunales” o “Se os entregará a los azotes y tormentos”, “Seréis odiados
por todos a causa de mi nombre” Habrá odios, hasta el punto de traicionarse y
entregar el hermano al hermano, el padre al hijo, los hijos a los padres
(Mc-Lc; cf. Mt v. 10). 5.6 MAESTRO,
¿CUÁNDO VA A OCURRIR ESTO? Entonces le
preguntaron: “Maestro, ¿cuándo va a ocurrir esto?, y ¿cuál será la señal de que ya
está a punto de suceder? Es muy propio en
épocas de grandes cataclismos pensar y señalar un posible fin. Sin embargo
debemos considerar que las guerras y las catástrofes, son herencias de la
condición humana, y estas no deben hacernos pensar que son presagios de que
el fin esta en un minuto cercano, sin embargo esto nos hace meditar en la
condición de que la vida del hombre se extingue. Entonces todo está
orientado en que hay urgencia en la conversión, en el anhelo de transformarse
de esta triste condición donde nos estamos desenvolviendo. 5.7 NO
DEBEMOS SEGUIR FALSOS PROFETAS Pero además la
advertencia es muy clara, no debemos seguir falsos profetas que en todo ven
el fin del mundo, que no nos dejemos engañar, y que estemos atentos frentes a
esos que pretenden engañarnos usurpando su Nombre. Por doquier, aparecen
falsos profetas, falsas revelaciones, apariciones con locuciones
apocalípticas que anuncian grande tragedias, especialmente tratando de
mostrar una pureza doctrinal muy exigente, muy estricta, en incluso dicen que
nuestra fe ya no es la del Señor. Como dice Jesús, tengamos cuidado
especialmente de esos apegos o de esas fidelidades ortodoxas, de las
caridades personalistas. La fe se funda en que profesamos la fe de los
apóstoles, que siguieron las verdaderas enseñanzas, que caminaron junto a
Jesús, y que caminamos con Cristo por él y en la vía que lleva a la
salvación. 5.8 PERO
ANTES DE TODO ESO, LOS DETENDRÁN, LOS PERSEGUIRÁN, Entonces Jesús
no dice; “Pero antes de todo eso, los detendrán, los perseguirán, los
entregarán a las sinagogas y serán encarcelados; los llevarán ante reyes y
gobernadores a causa de mi Nombre” Así mismo el
Cristo Jesús, nos advierte que durante este tiempo de prueba, los que
deseamos seguirlo, sufriremos las consecuencias de las persecuciones de toda
índole. Tal como sucede hoy, donde muchos hombres se burlan de nosotros por
amar al Señor, se mofan de nuestras conductas, se ríen porque participamos en
una procesión, no aceptan nuestros ritos litúrgicos, son irreverentes con
nuestro Santo Padre, se burlan de los santos, nos les parece bien que no
estemos de acuerdo con los atentados a la vida, como los abortos, estamos
pasados de moda, en fin, una sarta de palabrería que es común en quienes
disfrutan de atacarnos. Igual como
muchos que ya están en la gloria de los cielos, después de haber sido
perseguidos y martirizados. Pero todas esas persecuciones que muchos
sufrieron, cárceles, fusilamientos, calumnias, es decir variados sufrimientos
en los distintos siglos de estos tiempos, son un testimonio glorioso a favor
de Jesucristo, quien también fue perseguido. 5.9 ESTO LES
SUCEDERÁ PARA QUE PUEDAN DAR TESTIMONIO DE MÍ. Pero nosotros,
sabemos que estaremos sujetos a una serie de sinsabores en la vida terrenal,
pero no por ello dejamos que se turbe nuestro corazón. En el mundo de hoy, en
cual vemos una paz perturbada, desavenencias de toda índole y un difícil
camino para seguir a Cristo en forma santa, donde estamos sometido a las más
diversas pruebas, optemos, por tener siempre presente todas y cada una de las
enseñanzas de Jesús. Ir por el mundo haciendo el bien, es una actitud de vida
que no podemos dejar de lado, digan lo que nos digan, oremos por ello y por
el crecimiento de nuestra fe. 5.10 TENGAN BIEN PRESENTE QUE NO DEBERÁN PREPARAR
SU DEFENSA. Jesús nos dice: “Tengan
bien presente que no deberán preparar su defensa, porque yo mismo les daré
una elocuencia y una sabiduría que ninguno de sus adversarios podrá resistir
ni contradecir.” Si bien es
cierto, muchas veces no somos los suficientemente elocuentes o no encontramos
las palabras apropiadas o tenemos vergüenza para expresarnos y nos enredamos
o nos turbamos cuando queremos predicar algo. Pero acojamos la invitación que
nos hace el Señor, pidamos a Él su ayuda, abramos nuestro corazón al Espíritu
Santo, para que llegue hasta el toda la sabiduría amorosa, que necesitamos
para expresarnos. Como decía San Gregorio, nosotros vamos al debate, pero es
quien se expresa, porque nosotros pronunciamos las palabras, pero El habla. 5.11 SERÁN ENTREGADOS HASTA POR SUS PROPIOS
PADRES Y HERMANOS Jesús dice; “Serán
entregados hasta por sus propios padres y hermanos, por sus parientes y
amigos; y a muchos de ustedes los matarán. Serán odiados por todos a causa de
mi Nombre.” Los peores
sufrimientos son los que nos causan las personas más queridas, porque
sentimos el cariño perdido. Pero más sentimos cuando en nuestros propios
hogares no logramos hacernos entender. Pero es allí, donde está el prójimo más
próximo, es donde se debe dar nuestro trabajo con mayor constancia. Allí
donde la permisividad se pone a prueba, donde confundimos la tolerancia con
la incapacidad de poner atajo a los malos hábitos y hacemos la “vista gorda”,
en los valores morales que nos corresponde como cristianos. 5.12 YO
RUEGO POR ELLOS, NO RUEGO POR EL MUNDO Reza Cristo
Jesús: Yo ruego por ellos, no ruego por el mundo, sino por los que tú me
diste... y el mundo los aborreció porque no eran del mundo, como yo no soy
del mundo. No pido que los tomes del mundo sino que los guardes del mal.
Ellos no son del mundo como no soy del mundo yo” (Jn 17, 9-16). Dos conceptos
están claros en estas palabras de Cristo: que el mundo y los cristianos son
enemigos y que Cristo y los cristianos vivan en el mundo, lo cual no es ser
del mundo. Conceptos tan claros no siempre los ven todos en su claridad. Si Cristo es enemigo
del mundo y el cristiano es discípulo de Cristo, la mayor proximidad del
cristiano a Cristo nos dará la mayor enemistad del cristiano con el mundo. 5.13 QUISIERAN ESTAR BIEN CON
DIOS Y CON EL MUNDO Están, hoy como
nunca, muchos cristianos preocupados de sus relaciones con el mundo. No se
deciden a vivir en plena hostilidad con él. Quisieran estar bien con Dios y
con el mundo. Oigamos a Cristo: “el mundo los aborreció porque no eran del
mundo, como yo no soy del mundo” (Jn 17, 14). No nos debe
extrañar que el mundo aborrezca a los cristianos como aborreció a Cristo, si
caemos en la cuenta de que ellos están para denunciarle. Las tinieblas son
descubiertas ante la luz. En una comunidad
donde hay tantos que roban o adulteran, o mienten o estafan, unos a otros se
encubren, hoy por ti mañana por mí. Si hay uno que no es como ellos se
sienten molestos con su presencia, como acusados implícitamente y esto les
llevará a involucrarle en su escándalo farisaico, como una victoria de los
que, no pudiendo negar la luz que daña sus ojos amenazadores, querrán verla
traspasada por su pequeña tiniebla. 5.14 NO
SE COMPRENDE QUE JESÚS TUVIERA ENEMIGOS PERO ÉSA FUE LA REALIDAD. No se comprende
que Jesús tuviera enemigos pero ésa fue la realidad. Los fariseos se
pronunciaron contra Cristo. “¿Por qué, Señor? Hazme justicia y mi causa
defiende contra gente sin amor; del hombre falso y fraudulento, oh Dios,
líbrame”... (Sal 42). ¿Quiénes son esos hombres para situarse en contra de
Cristo? Pobres insignificantes. ¡Contra su Creador y Señor! Pero les ciega su
soberbia. Están satisfechos de sí mismos. Se creen santos, perfectos.
“Nosotros pagamos contribución, ayunamos, no somos como los demás hombres...”
(Lc 18, 11-12). Examinemos nuestra vida para ver si descubrimos algún brote
de fariseísmo -guárdense del fermento de los fariseos, les decía Cristo a los
mismos apóstoles - (Mt 16, 6). Porque el fariseísmo es un espíritu contrario
al del Evangelio. Los fariseos se contentan con obras exteriores sin vivir
interiormente la religión. ¡Tanta práctica de religión sin obras internas
-que también se traslucirán -! ¡Cuántas
discusiones que degeneran en disputas entre personas que practican la
religión! ¡Cuánta vana ostentación y vanidad de las cosas que se hacen o de
las cualidades que se tienen o se piensan tener, o se dice que se tienen!
¡Cuánta facilidad para juzgar mal a las personas e interpretar malas acciones
del prójimo! 5.15 HAY UNA DIFERENCIA DIAMETRAL ENTRE EL
CRISTIANO Y EL FARISEO. El cristiano es
un hombre interior. El fariseo lo es exterior. El fariseo desprecia a los
demás, el cristiano ama al prójimo. El fariseo se
considera mejor que los demás, no cree que puedan decir algo interesante.
Desprecia a la pecadora a quien Cristo perdona (Lc 7, 39). Líbranos, Señor,
de la levadura del fariseísmo. Y nuestros
cristianos saben que, como Cristo, tendrán enemigos. ¡Vaya si lo saben!- y de
ahí el miedo que tienen de serlo de veras. Y de parecerlo, a veces más que de
serlo. Quisieran pasar desapercibidos: que no choque su actitud, vestir como
los del mundo, hablar como ellos, ver los espectáculos que ellos ven, llevar
los negocios como ellos. Con esos
cristianos ¿qué va a hacer Cristo en el mundo? ¿Cómo iluminar con una luz
entenebrecida? Con una sal desvirtuada ¿cómo salar? 5.16 PERO
NI SIQUIERA UN CABELLO SE LES CAERÁ DE LA CABEZA Pero Jesús nos
dice: “Pero ni siquiera un cabello se les caerá de la cabeza. Gracias a la
constancia salvarán sus vidas.” Es decir, no
temamos a la verdad del caminar hacia la santidad, digan lo que nos digan, en
el hogar, en el vecindario o en el trabajo, por que el menor de los buenos
pensamientos, la más humilde y sencilla de las obras que hagamos, será
premiado dignamente. Porque el que pacientemente, sin temor a las
adversidades que podemos enfrentar, hace una vida sin que se ensucie su alma,
encontrara la salvación prometida. La paciencia consiste en tolerar los males
ajenos con ánimo tranquilo, y en no tener ningún resentimiento con el que nos
lo causa. En todas partes,
tenemos la oportunidad de manifestarnos como auténticos cristianos, en el
hogar, el trabajo, en la calle, frente a cualquier hermano, si somos
constantes, alcanzaremos la salvación, es palabra prometida. 5.17 NO
SE TURBE VUESTRO CORAZÓN NI SE INTIMIDE Estamos en un
mundo atontado por los estruendos, los bullicios, los escándalos, es mucha la
agitación existente, son tanto los problemas, que nos causa muchos temores y
angustias, entonces es tiempo de hacer silencio y oír la palabra del Señor
que resuena en los Evangelios, en especial cuando nos dice; “La paz os dejo,
mi paz os doy; no como el mundo la da os la doy yo. No se turbe vuestro
corazón ni se intimide” Juan 14, 27. Nada te turbe,
nada te espante, todo se pasa, Dios no se muda, la paciencia todo lo alcanza.
Quien a Dios tiene nada le falta. ¡Sólo Dios basta! (Santa Teresa de Jesús) El Señor les Bendiga Pedro Sergio Antonio Donoso Brant Fuentes Bibliográficas: Biblia Nácar Colunga y Biblia de Jerusalén Julio Alonso Ampuero, Meditaciones
Bíblicas sobre el Año Litúrgico |
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