“El banquete
nupcial está preparado, pero los invitados no eran dignos de él” San Mateo
22, 1-14: Autor: Pedro
Sergio Antonio Donoso Brant ocds 1.
"MI BANQUETE ESTÁ PREPARADO” Jesús
se dirige a los sumos sacerdotes y fariseos, diciendo esta parábola: El Reino
de los Cielos se parece a un rey que celebraba las bodas de su hijo. El rey,
es Dios, y el Hijo es Jesucristo. El banquete esta preparado, es decir la
alegría y felicidad del Reino. Envió entonces a sus servidores para avisar a
los invitados. Esto servidores son los profetas, y a quienes les van avisar
como invitados es a los judíos, pero éstos se negaron a ir. De este modo fue
como después envió a otros servidores, es este caso los apóstoles, con el
encargo de decir a los invitados: "Mi banquete está preparado”, El
banquete es la felicidad mesiánica. 2.
LA LLAMADA INSISTENTE DE DIOS A SU
PUEBLO QUE AL PARECER ESTA SORDO En
aquel tiempo Jesús en esta parábola se dirige a lo judíos y lo hace de forma
insistente, como es la llamada insistente de Dios a su pueblo que al parecer
esta sordo. Para mayor gravedad, los judíos no solo parecen faltos de interés
por el llamado de Dios, además no muestran provecho en oír a su Dios. Lo que
hace Dios es de toda lógica, esto es, considerar que el primer pueblo que es
invitado es Israel, y esto es natural, por que Dios primero cumple su promesa
con su pueblo. Sin
embargo ante el rechazo de los judíos, Dios invita a todos, incluso a los
pecadores a disfrutar de su reino, pero no basta aceptar la invitación e ir,
además el invitado deberá entrar con las debidas disposiciones espirituales,
es decir con una vida de gracia y rectitud. 3.
NO TUVIERON EN CUENTA LA INVITACIÓN Pero
ellos no tuvieron en cuenta la invitación, y se fueron, uno a su campo, otro
a su negocio; Es decir, estos malagradecidos consideraron más importante que
aceptar la invitación, dedicarse a sus asuntos económicos, preocuparse de su
apego a lo material, sus cosas personales, sus propiedades, todo ello mucho
más interesante que asistir a tan bella invitación. Así fue, como por
preferir las comodidades, estos se hicieron indignos y no merecedores del
Reino de los Cielos. 4.
PERO LOS INVITADOS NO ERAN DIGNOS DE
ÉL También
se acusa, que hubo otros que aumentaron su error, es decir quedaron en una
situación que no podía ser peor, pues se apoderaron de los servidores, los
maltrataron y los mataron. En uno de estos caso es lo que le sucedió a Juan
Bautista, quien fue decapitado por orden de Herodes Antipas a fin de
complacer a su ilegal relación con Herodías y la hija de esta Salome. Al
enterarse, el rey se indignó y envió a sus tropas para que acabaran con
aquellos homicidas e incendiaran su ciudad y luego dijo a sus servidores, es
decir los apóstoles: "El banquete nupcial está preparado, pero los
invitados no eran dignos de él. Salgan a los cruces de los caminos e inviten
a todos los que encuentren". Entonces, cumpliendo el mandato del rey,
reunieron e invitaron a todo los que vivían en las cercanías, a los
caminantes, a los gentiles y, a cuanta persona encontraron, siendo estas
personas buenas y también malas, y la sala de fiesta se llenó de una gran
variedad de convidados. 5.
"AMIGO, ¿CÓMO HAS ENTRADO AQUÍ
SIN EL TRAJE DE FIESTA?" Cuando
el rey, Dios, entró para ver a los comensales, encontró a un hombre que no
tenía el traje de fiesta y le pregunto "Amigo, ¿cómo has entrado aquí
sin el traje de fiesta?". Lo que esta representando esta pregunta, es
que este invitado no esta investido de la gracia, la piedad, la bondad, la
justicia y la fe, y como éste permaneció en silencio, entonces el rey, Dios,
dijo a los guardias, es decir a los ángeles: "Átenlo de pies y manos, y
arrójenlo afuera, a las tinieblas. Allí habrá llanto y rechinar de
dientes". Porque muchos son llamados, pero pocos son elegidos. 6.
JESUCRISTO NUESTRO SEÑOR, NOS INVITA
EN CADA EUCARISTÍA A SU BANQUETE Jesucristo
Nuestro Señor, nos invita en cada Eucaristía a su banquete, y a el debemos
llegar con la gracia. Jesús, a todos quien lo acepta le da su consuelo
espiritual, a todo quien responde a su llamado, a todo el que va a El y se
entrega aceptando el llamado radical, incondicional, si reservas, esto es con
todo el alma, dando todo de sí, El le tiene un buen sitio en el banquete,
este es el festín del Reino de los Cielos. Sin
embargo lo triste es que de los invitados hay muchos que están muy
preocupados de muchos problemas o situaciones que acaparan su atención o
consideran que es más importante y con ello renuncian a la posibilidad de
participar en la Vida Eterna. 7.
‘AMIGO, LE DIJO—, ¿CÓMO HAS ENTRADO
AQUÍ SIN EL TRAJE DE FIESTA?. Los
servidores salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron,
buenos y malos, y la sala nupcial se llenó de convidados. Estos son los
publícanos y pecadores, las gentes depreciables de Israel. Frente a los
dirigentes, sabios y fariseos, que rechazaron su ingreso en el Reino a
primera hora, que no fueron “dignos”. Los fariseos y los superiores
religiosos de Israel — fueron los primeros invitados a ingresar en el reino;
pero Dios es bueno con todos, y por eso abre también su reino para todos. Cuando
el rey entró para ver a los comensales, encontró a un hombre que no tenía el
traje de fiesta. ‘Amigo —le dijo—, ¿cómo has entrado aquí sin el traje de
fiesta?. El traje de fiesta, es la disposición moral
requerida para participar en el reino. La unión a él por la fe se supone en
todos los convidados — incluso en el que no está con el “traje de fiesta” —,
pero hacen falta otras disposiciones de lealtad y entrega. El bautismo
cristiano se supone como “ingreso” a este banquete de boda mesiánico, pero se
exigen condiciones de permanencia en él, con aceptación y cumplimiento de los
preceptos del Señor. 8.
“SON MUCHOS LOS LLAMADOS, PERO POCOS
LOS ELEGIDOS” También
es importante considerar que a pesar de que la entrada sea gratuita y que
todos tienen la posibilidad de participar, no es menos importante que los
invitados lleven el traje de fiesta y la disposición correspondiente. Los cristianos
deben “revestirse de Cristo” (Rom 13,14; Gal 3,27), tener sus mismos
pensamientos y sentimientos (cf. F1p 2,5). El
final de aquel que participa en el banquete sin el traje de boda, permaneció
en silencio y fue apartado como la cizaña que esta junto al buen trigo (Mt
13,42) y como los peces malos de los buenos (13,50). La frase terminante de
la parábola es una delicada advertencia: “Son muchos los llamados, pero pocos
los elegidos” El Señor les Bendiga Pedro Sergio Antonio Donoso
Brant ocds Domingo XXVIII del
Tiempo Ordinario Ciclo A |
|
---