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EL
SACRAMENTO DEL BAUSTISMO Pedro
Sergio Antonio Donoso Brant |
CATECISMO CATOLICO ARTÍCULO 1 EL SACRAMENTO DEL BAUTISMO
I El nombre de este sacramento 1214 Este sacramento recibe el nombre de Bautismo en razón del carácter del rito central mediante el que se celebra: bautizar (baptizein en griego) significa "sumergir", "introducir dentro del agua"; la "inmersión" en el agua simboliza el acto de sepultar al catecúmeno en la muerte de Cristo de donde sale por la resurrección con El (cf Rm 6,3-4; Col 2,12) como "nueva criatura" (2 Co 5,17; Ga 6,15). 1215 Este sacramento es llamado también “baño de regeneración y de renovación del Espíritu Santo” (Tt 3,5), porque significa y realiza ese nacimiento del agua y del Espíritu sin el cual "nadie puede entrar en el Reino de Dios" (Jn 3,5). 1216 "Este baño es llamado iluminación porque quienes reciben esta enseñanza (catequética) su espíritu es iluminado..." (S. Justino, Apol. 1,61,12). Habiendo recibido en el Bautismo al Verbo, "la luz verdadera que ilumina a todo hombre" (Jn 1,9), el bautizado, "tras haber sido iluminado" (Hb 10,32), se convierte en "hijo de la luz" (1 Ts 5,5), y en "luz" él mismo (Ef 5,8): El Bautismo es el más bello y magnífico de los dones de Dios...lo llamamos don, gracia, unción, iluminación, vestidura de incorruptibilidad, baño de regeneración, sello y todo lo más precioso que hay. Don, porque es conferido a los que no aportan nada; gracia, porque, es dado incluso a culpables; bautismo, porque el pecado es sepultado en el agua; unción, porque es sagrado y real (tales son los que son ungidos); iluminación, porque es luz resplandeciente; vestidura, porque cubre nuestra vergüenza; baño, porque lava; sello, porque nos guarda y es el signo de la soberanía de Dios (S. Gregorio Nacianceno, Or. 40,3-4). II El Bautismo en la economía de la salvación Las prefiguraciones del Bautismo en 1217 En ¡Oh Dios!, que realizas en tus sacramentos obras admirables con tu poder invisible, y de diversos modos te has servido de tu criatura el agua para significar la gracia del bautismo (MR, Vigilia Pascual, bendición del agua bautismal, 42). 1218 Desde el origen del mundo, el
agua, criatura humilde y admirable, es la fuente de la vida y de la
fecundidad. ¡Oh Dios!, cuyo espíritu, en los orígenes del mundo, se cernía sobre las aguas, para que ya desde entonces concibieran el poder de santificar (MR, ibid.). 1219 ¡Oh Dios!, que incluso en las aguas torrenciales del diluvio prefiguraste el nacimiento de la nueva humanidad, de modo que una misma agua pusiera fin al pecado y diera origen a la santidad (MR, ibid.). 1220 Si el agua de manantial simboliza
la vida, el agua del mar es un símbolo de la muerte. Por lo cual, pudo ser
símbolo del misterio de 1221 Sobre todo el paso del Mar Rojo, verdadera liberación de Israel de la esclavitud de Egipto, es el que anuncia la liberación obrada por el bautismo: ¡Oh Dios!, que hiciste pasar a pie enjuto por el mar Rojo s los hijos de Abraham, para que el pueblo liberado de la esclavitud del faraón fuera imagen de la familia de los bautizados (MR, ibid.). 1222 Finalmente, el Bautismo es prefigurado en el paso del Jordán, por el que el pueblo de Dios recibe el don de la tierra prometida a la descendencia de Abraham, imagen de la vida eterna. La promesa de esta herencia bienaventurada se cumple en la nueva Alianza. El Bautismo de Cristo 1223 Todas las prefiguraciones de 1224 Nuestro Señor se sometió voluntariamente al Bautismo de S. Juan, destinado a los pecadores, para "cumplir toda justicia" (Mt 3,15). Este gesto de Jesús es una manifestación de su "anonadamiento" (Flp 2,7). El Espíritu que se cernía sobre las aguas de la primera creación desciende entonces sobre Cristo, como preludio de la nueva creación, y el Padre manifiesta a Jesús como su "Hijo amado" (Mt 3,16-17). 1225 En su Pascua, Cristo abrió a
todos los hombres las fuentes del Bautismo. En efecto, había hablado ya de su
pasión que iba a sufrir en Jerusalén como de un "Bautismo" con que debía
ser bautizado (Mc 10,38; cf Lc 12,50). La sangre y el agua que brotaron del
costado traspasado de Jesús crucificado (cf. Jn 19,34) son figuras del
Bautismo y de El bautismo en 1226 Desde el día de Pentecostés 1227 Según el apóstol S. Pablo, por el Bautismo el creyente participa en la muerte de Cristo; es sepultado y resucita con él: ¿O es que ignoráis que cuantos fuimos bautizados en Cristo Jesús, fuimos bautizados en su muerte? Fuimos, pues, con él sepultados por el bautismo en la muerte, a fin de que, al igual que Cristo fue resucitado de entre los muertos por medio de la gloria del Padre, así también nosotros vivamos una vida nueva (Rm 6,3-4; cf Col 2,12). Los bautizados se han "revestido de Cristo" (Ga 3,27). Por el Espíritu Santo, el Bautismo es un baño que purifica, santifica y justifica (cf 1 Co 6,11; 12,13). 1228 El Bautismo es, pues, un baño de
agua en el que la "semilla incorruptible" de III La celebración del sacramento del Bautismo La iniciación cristiana 1229 Desde los tiempos apostólicos,
para llegar a ser cristiano se sigue un camino y una iniciación que consta de
varias etapas. Este camino puede ser recorrido rápida o lentamente. Y comprende
siempre algunos elementos esenciales: el anuncio de 1230 Esta iniciación ha variado mucho
a lo largo de los siglos y según las circunstancias. En los primeros siglos
de 1231 Desde que el bautismo de los niños vino a ser la forma habitual de celebración de este sacramento, ésta se ha convertido en un acto único que integra de manera muy abreviada las etapas previas a la iniciación cristiana. Por su naturaleza misma, el Bautismo de niños exige un catecumenado postbautismal. No se trata sólo de la necesidad de una instrucción posterior al Bautismo, sino del desarrollo necesario de la gracia bautismal en el crecimiento de la persona. Es el momento propio de la catequesis. 1232 El Concilio Vaticano II ha
restaurado para 1233 Hoy, pues, en todos los ritos
latinos y orientales la iniciación cristiana de adultos comienza con su
entrada en el catecumenado, para alcanzar su punto culminante en una sola
celebración de los tres sacramentos del Bautismo, de La mistagogia de la celebración 1234 El sentido y la gracia del sacramento del Bautismo aparece claramente en los ritos de su celebración. Cuando se participa atentamente en los gestos y las palabras de esta celebración, los fieles se inician en las riquezas que este sacramento significa y realiza en cada nuevo bautizado. 1235 La señal de la cruz, al comienzo de la celebración, señala la impronta de Cristo sobre el que le va a pertenecer y significa la gracia de la redención que Cristo nos ha adquirido por su cruz. 1236 El anuncio de 1237 Puesto que el Bautismo significa
la liberación del pecado y de su instigador, el diablo, se pronuncian uno o
varios exorcismos sobre el candidato. Este es ungido con el óleo de
los catecúmenos o bien el celebrante le impone la mano y el candidato
renuncia explícitamente a Satanás. Así preparado, puede confesar la fe de 1238 El agua bautismal es
entonces consagrada mediante una oración de epíclesis
(en el momento mismo o en la noche pascual). 1239 Sigue entonces el rito esencial
del sacramento: el Bautismo propiamente dicho, que significa y realiza
la muerte al pecado y la entrada en la vida de 1240 En 1241 La unción con el santo crisma, óleo perfumado y consagrado por el obispo, significa el don del Espíritu Santo al nuevo bautizado. Ha llegado a ser un cristiano, es decir, "ungido" por el Espíritu Santo, incorporado a Cristo, que es ungido sacerdote, profeta y rey (cf OBP nº 62). 1242 En la liturgia de las Iglesias de
Oriente, la unción postbautismal es el sacramento
de 1243 La vestidura blanca simboliza que el bautizado se ha "revestido de Cristo" (Ga 3,27): ha resucitado con Cristo. El cirio que se enciende en el cirio pascual, significa que Cristo ha iluminado al neófito. En Cristo, los bautizados son "la luz del mundo" (Mt 5,14; cf Flp 2,15). El nuevo bautizado es ahora hijo de Dios en el Hijo Unico. Puede ya decir la oración de los hijos de Dios: el Padre Nuestro. 1244 La primera comunión
eucarística. Hecho hijo de Dios, revestido de la túnica nupcial, el
neófito es admitido "al festín de las bodas del Cordero" y recibe
el alimento de la vida nueva, el Cuerpo y 1245 La bendición solemne cierra la celebración del Bautismo. En el Bautismo de recién nacidos, la bendición de la madre ocupa un lugar especial. IV Quién puede recibir el Bautismo 1246 "Es capaz de recibir el bautismo todo ser humano, aún no bautizado, y solo él" (CIC, can. 864: CCEO, can. 679). El Bautismo de adultos 1247 En los orígenes de 1248 El catecumenado, o formación de los catecúmenos, tiene por finalidad permitir a estos últimos, en respuesta a la iniciativa divina y en unión con una comunidad eclesial, llevar a madurez su conversión y su fe. Se trata de una "formación y noviciado debidamente prolongado de la vida cristiana, en que los discípulos se unen con Cristo, su Maestro. Por lo tanto, hay que iniciar adecuadamente a los catecúmenos en el misterio de la salvación, en la práctica de las costumbres evangélicas y en los ritos sagrados que deben celebrarse en los tiempos sucesivos, e introducirlos en la vida de fe, la liturgia y la caridad del Pueblo de Dios" (AG 14; cf OICA 19 y 98). 1249 Los catecúmenos "están ya
unidos a 1250 Puesto que nacen con una naturaleza
humana caída y manchada por el pecado original, los niños necesitan también
el nuevo nacimiento en el Bautismo (cf DS 1514) para ser librados del poder
de las tinieblas y ser trasladados al dominio de la libertad de los hijos de
Dios (cf Col 1,12-14), a la que todos los hombres están llamados. La pura
gratuidad de la gracia de la salvación se manifiesta particularmente en el
bautismo de niños. Por tanto, 1251 Los padres cristianos deben reconocer que esta práctica corresponde también a su misión de alimentar la vida que Dios les ha confiado (cf LG 11; 41; GS 48; CIC can. 868). 1252 La práctica de bautizar a los
niños pequeños es una tradición inmemorial de Fe y Bautismo 1253 El Bautismo es el sacramento de
la fe (cf Mc 16,16). Pero la fe tiene necesidad de la comunidad de creyentes.
Sólo en la fe de 1254 En todos los bautizados, niños o
adultos, la fe debe crecer después del Bautismo. Por eso, 1255 Para que la gracia bautismal pueda desarrollarse es importante la ayuda de los padres. Ese es también el papel del padrino o de la madrina, que deben ser creyentes sólidos, capaces y prestos a ayudar al nuevo bautizado, niño o adulto, en su camino de la vida cristiana (cf CIC can. 872-874). Su tarea es una verdadera función eclesial (officium; cf SC 67). Toda la comunidad eclesial participa de la responsabilidad de desarrollar y guardar la gracia recibida en el Bautismo. 1256 Son ministros ordinarios del
Bautismo el obispo y el presbítero y, en 1257 El Señor mismo afirma que el
Bautismo es necesario para la salvación (cf Jn 3,5). Por ello mandó a sus
discípulos a anunciar el Evangelio y bautizar a todas las naciones (cf Mt 28,
19-20; cf DS 1618; LG 14; AG 5). El Bautismo es necesario para la salvación
en aquellos a los que el Evangelio ha sido anunciado y han tenido la
posibilidad de pedir este sacramento (cf Mc 16,16). 1258 Desde siempre, 1260 "Cristo murió por todos y la vocación última del hombre en realmente una sola, es decir, la vocación divina. En consecuencia, debemos mantener que el Espíritu Santo ofrece a todos la posibilidad de que, de un modo conocido sólo por Dios, se asocien a este misterio pascual" (GS 22; cf LG 16; AG 7). Todo hombre que, ignorando el evangelio de Cristo y su Iglesia, busca la verdad y hace la voluntad de Dios según él la conoce, puede ser salvado. Se puede suponer que semejantes personas habrían deseado explícitamente el Bautismo si hubiesen conocido su necesidad. 1261 En cuanto a los niños muertos
sin Bautismo, 1262 Los distintos efectos del Bautismo son significados por los elementos sensibles del rito sacramental. La inmersión en el agua evoca los simbolismos de la muerte y de la purificación, pero también los de la regeneración y de la renovación. Los dos efectos principales, por tanto, son la purificación de los pecados y el nuevo nacimiento en el Espíritu Santo (cf Hch 2,38; Jn 3,5). Para la remisión de los pecados... 1263 Por el Bautismo, todos los pecados son perdonados, el pecado original y todos los pecados personales así como todas las penas del pecado (cf DS 1316). En efecto, en los que han sido regenerados no permanece nada que les impida entrar en el Reino de Dios, ni el pecado de Adán, ni el pecado personal, ni las consecuencias del pecado, la más grave de las cuales es la separación de Dios. 1264 No obstante, en el bautizado
permanecen ciertas consecuencias temporales del pecado, como los
sufrimientos, la enfermedad, la muerte o las fragilidades inherentes a la
vida como las debilidades de carácter, etc., así como una inclinación al
pecado que “Una criatura nueva” 1265 El Bautismo no solamente purifica de todos los pecados, hace también del neófito "una nueva creación" (2 Co 5,17), un hijo adoptivo de Dios (cf Ga 4,5-7) que ha sido hecho "partícipe de la naturaleza divina" ( 2 P 1,4), miembro de Cristo (cf 1 Co 6,15; 12,27), coheredero con él (Rm 8,17) y templo del Espíritu Santo (cf 1 Co 6,19). 1266 – le hace capaz de creer en Dios, de esperar en él y de amarlo mediante las virtudes teologales; – le concede poder vivir y obrar bajo la moción del Espíritu Santo mediante los dones del Espíritu Santo; – le permite crecer en el bien mediante las virtudes morales. Así todo el organismo de la vida sobrenatural del cristiano tiene su raíz en el santo Bautismo. Incorporados a 1267 El Bautismo hace de nosotros
miembros del Cuerpo de Cristo. "Por tanto...somos miembros los unos de
los otros" (Ef 4,25). El Bautismo incorpora a 1268 Los bautizados vienen a ser "piedras vivas" para "edificación de un edificio espiritual, para un sacerdocio santo" (1 P 2,5). Por el Bautismo participan del sacerdocio de Cristo, de su misión profética y real, son "linaje elegido, sacerdocio real, nación santa, pueblo adquirido, para anunciar las alabanzas de Aquel que os ha llamado de las tinieblas a su admirable luz" (1 P 2,9). El Bautismo hace participar en el sacerdocio común de los fieles. 1269 Hecho miembro de 1270 Los bautizados "por su nuevo
nacimiento como hijos de Dios están obligados a confesar delante de los
hombres la fe que recibieron de Dios por medio de El vínculo sacramental de la unidad de los cristianos 1271 El Bautismo constituye el
fundamento de la comunión entre todos los cristianos, e incluso con los que
todavía no están en plena comunión con Un sello espiritual indeleble... 1272 Incorporado a Cristo por el Bautismo, el bautizado es configurado con Cristo (cf Rm 8,29). El Bautismo imprime en el cristiano un sello espiritual indeleble (character) de su pertenencia a Cristo. Este sello no es borrado por ningún pecado, aunque el pecado impida al Bautismo dar frutos de salvación (cf DS 1609-1619). Dado una vez por todas, el Bautismo no puede ser reiterado. 1273 Incorporados a 1274 El "sello del Señor" (Dominicus character: S. Agustín, Ep. 98,5), es el sello con que el Espíritu Santo nos ha marcado "para el día de la redención" (Ef 4,30; cf Ef 1,13-14; 2 Co 1,21-22). "El Bautismo, en efecto, es el sello de la vida eterna" (S. Ireneo, Dem.,3). El fiel que "guarde el sello" hasta el fin, es decir, que permanezca fiel a las exigencias de su Bautismo, podrá morir marcado con "el signo de la fe" (MR, Canon romano, 97), con la fe de su Bautismo, en la espera de la visión bienaventurada de Dios –consumación de la fe– y en la esperanza de la resurrección. 1275 La iniciación cristiana se
realiza mediante el conjunto de tres sacramentos: el Bautismo, que es el
comienzo de la vida nueva; 1276 "Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado" (Mt 28,19-20). 1277 El Bautismo constituye el
nacimiento a la vida nueva en Cristo. Según la voluntad del Señor, es
necesario para la salvación, como lo es 1278 El rito esencial del Bautismo
consiste en sumergir en el agua al candidato o derramar agua sobre su cabeza,
pronunciando la invocación de 1279 El fruto del Bautismo, o
gracia bautismal, es una realidad rica que comprende: el perdón del pecado
original y de todos los pecados personales; el nacimiento a la vida nueva,
por la cual el hombre es hecho hijo adoptivo del Padre, miembro de Cristo,
templo del Espíritu Santo. Por la acción misma del bautismo, el bautizado es
incorporado a 1280 El Bautismo imprime en el alma un signo espiritual indeleble, el carácter, que consagra al bautizado al culto de la religión cristiana. Por razón del carácter, el Bautismo no puede ser reiterado (cf DS 1609 y 1624). 1281 Los que padecen la muerte a
causa de la fe, los catecúmenos y todos los hombres que, bajo el impulso de
la gracia, sin conocer 1282 Desde los tiempos más
antiguos, el Bautismo es dado a los niños, porque es una gracia y un don de
Dios que no suponen méritos humanos; los niños son bautizados en la fe de 1283 En cuanto a los niños muertos
sin bautismo, la liturgia de 1284 En caso de necesidad, toda
persona puede bautizar, con tal que tenga la intención de hacer lo que hace |
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