“¡Grandes cosas hizo el Señor por nosotros!” Reflexión desde el Salmo
125,1-6 Autor: Pedro Sergio
Antonio Donoso Brant ocds SALMO Y
con razón seguimos
gozando con el Salmo 125: “Cuando
el Señor cambió la suerte de Sión, nos parecía que soñábamos: nuestra boca se
llenó de risas y nuestros labios, de canciones”. “Hasta
los mismos paganos decían: El Señor hizo por ellos grandes cosas!”. Así es. Por eso en la liturgia
cristiana siempre cantamos con alegría al Señor. Sal 125,1-6 R. ¡Grandes cosas hizo el Señor por nosotros! Cuando el Señor cambió la suerte de Sión, nos parecía que
soñábamos: nuestra boca se llenó de risas y nuestros labios, de canciones. R. Hasta los mismos paganos decían: «El Señor hizo por ellos
grandes cosas!» ¡Grandes cosas hizo el Señor por
nosotros y estamos rebosantes de alegría! R. ¡Cambia, Señor, nuestra suerte como los torrentes del
Négueb! Los que siembran entre lágrimas cosecharán entre canciones. R. El sembrador va llorando cuando esparce la semilla, pero
vuelve cantando cuando trae las gavillas. R. PLENA
RESTAURACIÓN DE LA NACIÓN. Este
salmo es un bello poema donde se refleja la situación moral de los
repatriados de la cautividad babilónica, los cuales, de un lado, están
gozosos al ver que se han cumplido las profecías del Señor sobre el final del
exilio, pero al mismo tiempo sufren grandes penalidades y ansían que la
nación recupere su plenitud política y económica, como en los tiempos
antiguos. Los vaticinios proféticos hablaban de una reconstrucción gloriosa,
pero la realidad es mucho más modesta; y, por ello, las almas justas que
vivían de las promesas mesiánicas esperaban el cumplimiento de los
deslumbradores vaticinios de los profetas. El
retorno de la cautividad resultó tan insólito, que los que asistían al
espectáculo no creían lo que veían, como si fuera un sueño. El júbilo popular
fue grande al ver llegar las caravanas después del decreto de retorno firmado
por Ciro, conquistador de Babilonia (538 a. C.). Los mismos paganos estaban
admirados del cumplimiento de los antiguos oráculos sobre el retorno de los
exilados. El Señor había cumplido sus promesas. El salmista se suma a esta
admiración por las magnificencias de su Dios; “El Señor hizo por
ellos grandes cosas! ¡Grandes cosas hizo el Señor
por nosotros y estamos rebosantes de alegría!”, pero desea
que se cumplan las antiguas promesas de restauración plena. Con
bellas metáforas anuncia la futura transformación de la nación israelita: “¡Cambia,
Señor, nuestra suerte como los torrentes del Négueb!”, Los
torrentes del Negueb están secos en verano y se llenan de agua en el otoño
con las primeras lluvias impetuosas, así la nación israelita recuperará su
plena vitalidad nacional; y como los que siembran lo hacen con no pocas
penalidades, pero sus trabajos son compensados con la recolección de las
ricas gavillas, así los israelitas ahora trabajan penosamente en la
reconstrucción de la nación, pero al fin verán alegres coronada su obra y
sentirán la íntima satisfacción del “sembrador” que
recoge su mies, que le compensa de los trabajos de siembra. “El
sembrador va llorando cuando esparce la semilla, pero vuelve cantando cuando
trae las gavillas”. La
frase tiene un aire de proverbio, que refleja bien la situación
psicológico-moral de los repatriados en los tiempos de Zacarías y aun
después, en la época de Esdras y Nehemías. La hostilidad de los pueblos
vecinos agravaba su penuria material, y sólo la esperanza de un futuro mejor
podía reanimar a aquellas gentes depauperadas y desilusionadas. ¡Grandes
cosas hizo el Señor por nosotros! El Señor les Bendiga Pedro Sergio Domingo XXX Ciclo B Reflexiones de los Salmos
Dominicales en este link: Fuentes: Algunos comentarios están tomados de la Biblia Nácar Colunga, adaptación pedagógica: del Dr. Carlos Etchevarne, Bach. Teología, otros comentarios están tomados de Maximiliano García Cordero, en la Biblia comentada de la BAC |
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