“El Señor es mi apoyo verdadero” Reflexión desde el Salmo
53, 3-6. 8 Autor: Pedro Sergio
Antonio Donoso Brant ocds Ante esta realidad, el salmo suplica la
protección de Dios y confía en su ayuda. R.
El Señor es mi apoyo verdadero. Dios
mío, sálvame por tu Nombre, defiéndeme con tu poder. Dios mío, escucha mi
súplica, presta atención a las palabras de mi boca. R. Dios
mío, sálvame por tu Nombre, porque gente soberbia se ha alzado contra mí,
hombres violentos atentan contra mi vida, sin tener presente a Dios. R. Pero
Dios es mi ayuda, el Señor es mi apoyo verdadero: Te ofreceré un sacrificio
voluntario, daré gracias a tu Nombre, porque es bueno. R. Esta
composición poética es esencialmente una lamentación individual en el sentido
clásico de otras análogas del Salterio. Puede dividirse en dos partes: a)
súplica de ayuda contra unos despiadados enemigos que le atacan
insolentemente, poniendo en peligro su vida (1-5); b) afirmación de fe y
confianza; “El
Señor es mi apoyo verdadero”, que le ha de defender y vindicar sus
derechos, con promesa de ofrecer sacrificios de acción de gracias; “Te
ofreceré un sacrificio voluntario, daré gracias a tu Nombre, porque es bueno”. SÚPLICA DE AYUDA CONTRA LOS ENEMIGOS El
nombre de Dios es la garantía de salvación para los justos atribulados,
porque simboliza al mismo Dios en sus atributos de justicia y fidelidad para
con los suyos. Según la mentalidad israelita, el propio Dios estaba ligado
con unas promesas de auxilio a los que cumplían sus mandamientos, y por eso
la invocación de su nombre era ya un anticipo de victoria; “Dios
mío, sálvame por tu Nombre, defiéndeme con tu poder”. El
nombre, pues, de Dios era como el signo externo que sintetizaba su misteriosa
naturaleza. El
salmista, consciente de la realidad de las promesas divinas, pide que ponga a
disposición su poder para hacer brillar su justicia, pues se siente
injustamente perseguido; “gente soberbia se ha alzado contra
mí, hombres violentos atentan contra mi vida”. Los
enemigos perseguidores del justo atribulado son calificados como soberbios
y violentos, sin escrúpulos religiosos, ya que no ponen a Dios ante
ellos. Ateos prácticos, prescinden de la realidad de la Providencia divina,
que dirige el curso de los acontecimientos y las vidas de los hombres, dando
a cada uno lo merecido por sus actos virtuosos o pecaminosos. Los hombres
piadosos y justos en la sociedad son siempre una minoría y tienen que sufrir
de la insolencia de los indiferentes e irreligiosos. El salmista simboliza en
su persona esta clase de fieles a la Ley, perseguidos por los impíos. PROFESIÓN DE FE Y CONFIANZA EN DIOS El
poeta pasa de la súplica angustiosa y ardiente al estado de confianza en la
salvación, “Pero
Dios es mi ayuda”, pues Dios está siempre para
ayudar a los suyos y no los abandona en los momentos críticos. El salmista
declara enfáticamente que Dios es el sostén de su vida; “el
Señor es mi apoyo verdadero”, lo que da plena seguridad de
salir de la situación de opresión actual. Como
en otros salmos, el poeta termina prometiendo sacrificios de acción de
gracias por la milagrosa liberación; “Te ofreceré un sacrificio
voluntario, daré gracias a tu Nombre, porque es bueno”, al
librarle de toda angustia y concederle poder contemplar a sus enemigos
vencidos y humillados. El Señor les Bendiga Pedro Sergio Domingo XXV Ciclo B Reflexiones de los Salmos
Dominicales en este link: Fuentes: Algunos comentarios están tomados de la Biblia Nácar Colunga, adaptación pedagógica: del Dr. Carlos Etchevarne, Bach. Teología, otros comentarios están tomados de Maximiliano García Cordero, en la Biblia comentada de la BAC |
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