SAN PABLO La unidad de los
creyentes |
“Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro
Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre
vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente
y en un mismo parecer” (1 Cor. 1:10). “Por tanto, si hay alguna consolación en Cristo, si
algún consuelo de amor, si alguna comunión del Espíritu, si algún afecto
entrañable, si alguna misericordia, completad mi gozo, sintiendo lo mismo,
teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa. Nada hagáis por
contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los
demás como superiores a El mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio,
sino cada cual también por lo de los otros. Haya, pues, en vosotros este sentir
que hubo también en Cristo Jesús” (Fil. 2:1-5). “Pero si os mordéis y os coméis unos a otros, mirad
que también no os consumáis unos a otros” (Gal. 5:15). “Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres” (Rom. 12:18). Ver también: Ef. 4:1-5; Ef. 4:13; Fil. 1:27. |
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant |