SAN PABLO La humildad |
“Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes
bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores El mismo”
(Fil.2:3) Vivan en armonía unos con otros,
no quieran sobresalir, pónganse a la altura de los más humildes. No presuman
de sabios. Rom. 12:16; Hermanos, tengan en cuenta quiénes son los que han
sido llamados: no hay entre ustedes muchos sabios, hablando humanamente, ni
son muchos los poderosos ni los nobles. Al contrario, Dios eligió lo que el
mundo tiene por necio, para confundir a los sabios; lo que el mundo tiene por
débil, para confundir a los fuertes; lo que es vil y despreciable y lo que no
vale nada, para aniquilar a lo que vale. Así, nadie podrá gloriarse delante
de Dios. Por él, ustedes están unidos a Cristo Jesús, que por disposición de
Dios, se convirtió para nosotros en sabiduría y justicia, en santificación y
redención, a fin de que, como está escrito: El que se gloría, que se gloríe
en el Señor. 1 Cor. 1:26-31; Como elegidos de Dios, sus santos y amados,
revístanse de sentimientos de profunda compasión. Practiquen la benevolencia,
la humildad, la dulzura, la paciencia. Col. 3:12. |
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant |