Porque es imposible que cuantos fueron una vez
iluminados, gustaron el don celestial y fueron hechos partícipes del Espíritu
Santo, saborearon las buenas nuevas de Dios y los prodigios del mundo futuro,
y a pesar de todo cayeron, se renueven otra vez mediante la penitencia, pues
crucifican por su parte de nuevo al Hijo de Dios y le exponen a pública
infamia. Porque la tierra que recibe frecuentes lluvias y produce buena
vegetación para los que la cultivan participa de la bendición de Dios. Por lo
contrario, la que produce = espinas y abrojos = es desechada, y cerca está de
la = maldición, = y terminará por ser quemada. Heb. 6:4-8
= Esta es la Alianza que pactaré con ellos después de
aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en sus corazones, y en su
mente las grabaré, = añade: = Y de sus pecados = e iniquidades = no me
acordaré ya. = Ahora bien, donde hay remisión de estas cosas, ya no hay más
oblación por el pecado. Teniendo, pues, hermanos, plena seguridad para entrar
en el santuario en virtud de la sangre de Jesús, por este camino nuevo y vivo, inaugurado por
él para nosotros, a través del velo, es decir, de su propia carne, y con un =
Sumo Sacerdote = al frente de la = casa de Dios, = acerquémonos con sincero corazón , en plenitud de fe, purificados los corazones de
conciencia mala y lavados los cuerpos con agua pura.
Mantengamos firme la confesión de la esperanza, pues
fiel es el autor de la Promesa. Fijémonos los unos en los
otros para estímulo de la caridad y las buenas obras, sin abandonar vuestra
propia asamblea, como algunos acostumbran hacerlo, antes bien, animándoos:
tanto más, cuanto que veis que se acerca ya el Día. Porque si voluntariamente
pecamos después de haber recibido el pleno conocimiento de la verdad, ya no
queda sacrificio por los pecados, sino
la terrible espera del juicio y la = furia del fuego = pronto a = devorar a
los rebeldes. = Si alguno viola la
Ley de Moisés es = condenado a muerte = sin compasión, =
por la declaración de dos o tres testigos. = ¿Cuánto más grave castigo pensáis que
merecerá el que pisoteó al Hijo de Dios, y tuvo como profana = la sangre de la Alianza = que le
santificó, y ultrajó al Espíritu de la gracia? Pues conocemos al que dijo: =
Mía es la venganza; yo daré lo merecido. = Y también: = El Señor juzgará a su
pueblo. = ¡Es tremendo caer en la manos de Dios vivo! Heb. 10:16-31.
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