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"SERÉIS
BAUTIZADOS EN EL ESPÍRITU SANTO" (Hch 1,5) P. Silvio José Báez o.c.d. |
En Hechos 1,5 Lucas introduce la
expresión “seréis bautizados en el Espíritu Santo” (cf. Hch 11,16) que los
evangelios refieren solamente según dos tradiciones, como palabras dichas por
Juan Bautista. Una tradición es representada por Lc 3,16 y Mt 3,11, que
hablan de bautismo en el Espíritu y fuego; la otra la encontramos en Mc 1,8,
que omite la indicación “con fuego”. Lucas sigue esta última tradición y en
Hch 1,5 la cambia en algunos aspectos: (a) Transforma la expresión del Bautista en palabras dichas por Jesús.
El dicho original del Bautista se vuelva ahora promesa de Jesús que se realizará
en Pentecostés. (b) En los Hechos omite la indicación final (“con fuego”) presente en
su evangelio (Lc 3,16). (c) Escribe el verbo “bautizar” en sentido pasivo y, por tanto, el
bautismo en el Espíritu ya no es visto como un acto directo de Jesús, como en
Lc 3,16. Lucas, en el evangelio y en los
Hechos, quita la dimensión escatológica al dicho sobre el bautismo en el
Espíritu. Es decir, la efusión del Espíritu no evoca ya el inminente juicio
divino final, como en la predicación del Bautista, sino el don pentecostal del Espíritu que inaugura el tiempo histórico
de la iglesia. Lucas, al identificar el evento de Pentecostés con un
“bautismo”, atribuye un “carácter inicial” al don del Espíritu. Existe un
paralelismo entre el bautismo de Jesús por obra del Bautista, que inaugura la
misión del Mesías, y el “bautismo en el Espíritu” de los apóstoles, que
inaugura su misión universal. Más exactamente, el bautismo de Juan
caracteriza el tiempo de Jesús, tiempo en el cual solamente él poseía
plenamente el Espíritu; en cambio, el bautismo “en el Espíritu” se refiere al
tiempo de la Iglesia donde el Espíritu es un don destinado a todos. El verbo
“bautizar” es usado metafóricamente en la expresión. Lucas no quiere decir
que en Pentecostés Jesús instituyó el sacramento del bautismo. La imagen
presenta más bien el don del Espíritu como una realidad en la que el creyente
es inmerso y que lo llena totalmente. |
Caminando con Jesus Pedro Sergio Antonio Donoso Brant |