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ANGELES, MENSAJEROS DE DIOS Y PROTECTORES DE NUESTRA VIDA

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

“Guardaos de menospreciar a uno de estos pequeños; porque yo os digo que sus ángeles, en los cielos, ven continuamente el rostro de mi Padre que está en los cielos”. (Mt 18,10)


1.    ANGEL

El término "ángel", guarda relación con la palabra enviado, mensajero y lo entendemos también, como a los seres sobrehumanos enviados por Dios: “Enviado de Dios”.  Se trata, por tanto, de un nombre de ocupación, no de naturaleza. En algunos casos especiales el termino se aplica tanto a los seres humanos enviados por otros hombres: “Cuando los mensajeros de Juan se alejaron…” (Lucas 7, 24) “y envió mensajeros delante de sí”. (Lucas 9,52) Como mensajeros celestiales, los ángeles aparecen a menudo con semblante humano, y por tanto no siempre son reconocidos. Ejercen también funciones permanentes, y a veces desempeñan tareas específicas no ligadas al anuncio, como la de guiar al pueblo en el éxodo de Egipto o la de aniquilar el ejército enemigo de Israel. Así pues, gradualmente el término pasó a indicar cualquier criatura celestial, superior a los hombres, pero inferior a Dios, encargada de ejercer cualquier función en el mundo visible e invisible.

2.    LOS ÁNGELES, UNA VERDAD DE FE

En el Catecismo de la Iglesia Católica, (328-336), se nos enseña que la existencia de seres espirituales, no corporales, que la Sagrada Escritura llama habitualmente ángeles, es una verdad de fe. El testimonio de la Escritura es tan claro como la unanimidad de la Tradición. La vida cristiana participa, por la fe, en la sociedad bienaventurada de los ángeles y de los hombres, unidos en Dios.

San Agustín dice respecto a ellos: "El nombre de ángel indica su oficio, no su naturaleza. Si preguntas por su naturaleza, te diré que es un espíritu; si preguntas por lo que hace, te diré que es un ángel".

Los ángeles, dice el Señor: “en los cielos, ven continuamente el rostro de mi Padre que está en los cielos”. (Mateo 18, 10). Los ángeles son servidores y mensajeros de Dios. Y el salmista canta y bendice al Señor: “Bendecid al Señor, ángeles suyos, héroes potentes, ejecutores de sus órdenes, en cuanto oís la voz de su palabra”.  (Salmos 103,20).

Son criaturas puramente espirituales, tienen inteligencia y voluntad: son criaturas personales e inmortales. Superan en perfección a todas las criaturas visibles. El resplandor de su gloria da testimonio de ello. Cristo "con todos sus ángeles" CIC 330

3.    LOS ANGELES Y LA IGLESIA

La Iglesia hereda de Israel la fe en la existencia de los ángeles y la mantiene con sencillez, mostrando hacia ellos la misma estima y la misma veneración, pero sin caer en especulaciones fantásticas. En el Nuevo Testamento, se subraya la inferioridad y la sumisión a Cristo y hasta a la Iglesia misma, que es su cuerpo, “para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora manifestada a los Principados y a las Potestades en los cielos, mediante la Iglesia” (Efesios 3,10), - Cristo es Cabeza de la Iglesia -,  (Efesios 5,23), contra los que identificaban en los ángeles a los rectores supremos del mundo a través del gobierno de sus elementos: “causa del gusto por ruines prácticas, del culto de los ángeles….en lugar de mantenerse unido a la Cabeza” (Colosenses 2,18), por lo cual se condena vigorosamente el culto excesivo que se les tributaba: “cuando lo oí  (Juan) y vi, caí a los pies del Angel que me había mostrado todo esto para adorarle. Pero él me dijo: No, cuidado; yo soy un siervo como tú y tus hermanos los profetas y los que guardan las palabras de este libro. A Dios tienes que adorar”.  (Apocalipsis 22,8-9).

Sin embargo, se reconoce ampliamente la función de los ángeles, sobre todo en relación con la difusión de la palabra de Dios. El Libro de Hechos de los Apóstoles, nos ofrecen un válido testimonio de esta creencia. Dos ángeles con vestidura humana revelan a los once que "este Jesús que acaba de subir al cielo volverá tal como lo habéis visto irse al cielo" (Hechos 1,10-11). Un ángel del Señor libera a los apóstoles de la cárcel; “Pero el Angel del Señor, por la noche, abrió las puertas de la prisión, les sacó” (Hechos 5,19), invita al diácono Felipe a seguir el camino de Gaza; “El Angel del Señor habló a Felipe diciendo: “Levántate y marcha hacia el mediodía por el camino que baja de Jerusalén a Gaza”.  (Hechos 8,26), se le aparece al centurión Cornelio y le indica el camino de la salvación: “Vio claramente en visión, hacia la hora nona del día, que el Angel de Dios entraba en su casa y le decía: Cornelio. Él le miró fijamente y lleno de espanto dijo: ¿Qué pasa, señor? Le respondió: Tus oraciones y tus limosnas han subido como memorial ante la presencia de Dios”.  (Hechos 10, 3-4), se le aparece también a Pablo en viaje hacia Roma y le asegura que se librará del naufragio junto con todos sus compañeros de viaje (27,23).

Según el Apocalipsis, los ángeles presentan a Dios las oraciones de los santos (Hechos 5,8; 8,3), protegen a la Iglesia y, junto con su jefe Miguel, combaten por su salvación (Hechos 12,1-9).

4.    LOS ANGELES, PROTECTORES DE LOS HOMBRES

Los ángeles han sido reconocidos protectores de los hombres, es así como San Basilio lo expresa: "Todo fiel tiene junto a sí un ángel como tutor y pastor, para llevarlo a la vida" (cf. San Basilio, Adv, Eunomium, III). Por otra parte, la Iglesia recomienda el recurso a su protección y le rezamos con fervor al ángel de la guarda y es así como la Iglesia, instituida por el Papa Clemente X, celebra la fiesta de los ángeles custodios desde el Siglo XVII. De aquí que toda la vida de la Iglesia se beneficie de la ayuda misteriosa y poderosa de los ángeles: “Echaron mano a los apóstoles y les metieron en la cárcel pública. Pero el Angel del Señor, por la noche, abrió las puertas de la prisión, les sacó y les dijo: Id, presentaos en el Templo y decid al pueblo todo lo referente a esta Vida”.  (Hechos 5, 18-20)

También en la liturgia, la Iglesia se une a los ángeles para adorar al Dios tres veces santo (cf Misal Romano, "Sanctus"); o como en la liturgia de difuntos: “Al Paraíso te lleven los ángeles...”. Más particularmente, están las celebraciones como la de los ángeles san Miguel, san Gabriel, san Rafael, los ángeles custodios.

Desde su comienzo: “Guardaos de menospreciar a uno de estos pequeños; porque yo os digo que sus ángeles, en los cielos, ven continuamente el rostro de mi Padre que está en los cielos”. (Mateo 18, 10) hasta la muerte: “Sucedió, pues, que murió el pobre y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham”.  (Lucas 16,22), la vida humana está rodeada de su protección: “Acampa el ángel del Señor en torno a los que le temen y los libra”.  (Salmos 34,8) y de su intercesión: “Si hay entonces junto a él un Angel, un Mediador”  (Job 33,23)

Es así, como en nuestra fe, los ángeles están encargados de velar por cada uno de nosotros, protegiéndonos de los peligros y alentando nuestra vida en Cristo.

5.    LOS ANGELES DESCRITOS EN LAS SAGRADAS ESCRITURAS

Conocemos también a los ángeles, como protectores, servidores y mensajeros de Dios, como lo relata el Éxodo: “He aquí que yo voy a enviar un ángel delante de ti, para que te guarde en el camino y te conduzca al lugar que te tengo preparado. Pórtate bien en su presencia y escucha su voz; no le seas rebelde, que no perdonará vuestras transgresiones, pues en él está mi Nombre. Si escuchas atentamente su voz y haces todo lo que yo diga, tus enemigos serán mis enemigos y tus adversarios mis adversarios. Mi ángel caminará delante de ti”  (Éxodo 23, 20-23).

En la Sagrada Escritura, encontramos en el Antiguo Testamento 122 referencia a un cierto ángel y 23 a los ángeles, en el nuevo testamento encontramos 10 referencia a un cierto ángel y 76 a los ángeles. Los ángeles, se describen por lo general como servidores y mensajeros de Dios. “Un ángel me ha hablado por orden del Señor”  (1 Reyes 13, 18). “Bien sabes que me eres grato como un ángel de Dios;  (1 Samuel 29,29). “Volvió segunda vez el ángel del Señor”  (1 Reyes 19, 7). También los ángeles aparecen con diferentes oficios: “Y el Señor envió un ángel que exterminó a todos los guerreros”  (2 Crónicas 32, 21). “Mandó Dios un ángel contra Jerusalén para destruirla” (1 Crónicas 21,15). “Señor de los cielos, envía un ángel bueno delante de nosotros  (2 Macabeos 15,22). San Pablo a los Corintios advierte: Y nada tiene de extraño: “Que el mismo Satanás se disfraza de ángel de luz”.  (2 Corintios 11,14). “Un ángel de Satanás que me abofetea para que no me engría”.  (2 Corintios 12,7)

6.    EL DIALOGO PERMANENTE DE DIOS POR MEDIO DE LOS ANGELES PARA GUIAR A SU PUEBLO Y PROTERGER A SUS PROFETAS

Se encuentra en la Sagrada Escritura, un dialogo permanente de los ángeles con los hombres para guiarlo: “Enviará su Angel contigo, y dará éxito a tu viaje,  (Génesis 24,40); “Y me dijo el Angel de Dios en aquel sueño: "¡Jacob!" Yo respondí: "Aquí estoy."  (Génesis 31,11); “el Angel que me ha rescatado de todo mal”  (Génesis 48, 16). También los ángeles ejercieron tareas específicas como la de guiar al pueblo en el éxodo de Egipto: “Se puso en marcha el Angel del Señor que iba al frente del ejército de Israel”  (Éxodo 14,19); “He aquí que yo voy a enviar un ángel delante de ti, para que te guarde en el camino y te conduzca al lugar que te tengo preparado”.  (Éxodo 23, 20)

Los ángeles que vigilan y cuidan e interceden por los hombres; “Fue oída en aquel instante, en la Gloria de Dios, la plegaria de ambos y fue enviado Rafael (arcángel) a curar a los dos” (Tobías 3,17) En otros caso salvan y dan protección, como en Daniel: “la llama se elevaba por encima del horno…y al extenderse abrasó a los caldeos que encontró alrededor del horno. Pero el ángel del Señor bajó al horno junto a Azarías y sus compañeros, empujó fuera del horno la llama de fuego”,  (Daniel 3,49) y también presentan a Dios las oraciones de sus fieles; “Cuando tú y Sara hacíais oración, era yo el que presentaba y leía ante la Gloria del Señor el memorial de vuestras peticiones….. Yo soy Rafael, uno de los siete ángeles que están siempre presentes y tienen entrada a la Gloria del Señor”  (Tobías 12, 12-15). También los ángeles son prácticamente los guardianes de los hombres: “No ha de alcanzarte el mal, ni la plaga se acercará a tu tienda; que él dará orden sobre ti a sus ángeles de guardarte en todos tus caminos”. (Salmos 91,10-11); de alguna manera aparecen también así en el Nuevo Testamento: “Guardaos de menospreciar a uno de estos pequeños; porque yo os digo que sus ángeles, en los cielos, ven continuamente el rostro de mi Padre que está en los cielos” (Mateo 18,10).

7.    ANGELES MENSAJEROS DE DIOS, ANUNCIANDO LA VENIDA DE UN HIJO

Los ángeles han sido reconocidos mensajeros de Dios, anunciando nacimientos, vocaciones, asistiendo a los profetas y salvando la vida de un hijo: Dijo el Angel (a Abraham): “No alargues tu mano contra el niño, ni le hagas nada”  (Génesis 22,12)

Un ángel anuncia la venida de un hijo a Agar, esclava egipcia que huía de Sara, esposa de Abram, junto a una fuente de agua en el desierto (Génesis 16, 7) Y el Angel del Señor le dice: “Mira que has concebido, y darás a luz un hijo, al que llamarás Ismael”  (Génesis 16, 11).

También un ángel anunció el nacimiento de Juan Bautista; “se le apareció el Angel del Señor, de pie, a la derecha del altar del incienso. Al verle Zacarías, se turbó, y el temor se apoderó de él. El ángel le dijo: No temas, Zacarías, porque tu petición ha sido escuchada; Isabel, tu mujer, te dará a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Juan”  (Lucas (SBJ) 1, 12- 13)

Un ángel anuncia el nacimiento del Hijo de Dios a María: “El ángel le dijo: No temas,  María, porque has hallado gracia delante de Dios; vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús”.  (Lucas 1, 30-31)

8.    LOS ANGELES ACONSEJAN Y DIRIGEN A SAN JOSE, ESPOSO DE LA VIRGEN MARIA

Como había ya comentado, el nacimiento de Juan Bautista es revelado antes de la hora a su padre Zacarías por un ángel del Señor (Lc 1,11), que luego resulta ser el ángel de la presencia, Gabriel (Lc 1,19), el mismo que seis meses más tarde; “fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José”  (Lucas 1,26). El ángel del Señor se aparece también a los pastores en la noche de Belén para anunciar la gran alegría del nacimiento del Salvador, seguido por "una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios" (Lc 2,9-14).

Es así también como los ángeles con su presencia marcan los momentos más destacados de la vida y del destino de Jesús. En los evangelios de la infancia, el ángel del Señor se aparece en varias ocasiones en sueños a José para aconsejarle y dirigirlo: “Así lo tenía planeado, cuando el Angel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas tomar contigo a María tu mujer porque lo engendrado en ella es del Espíritu Santo”.  (Mateo 1,20) “Despertado José del sueño, hizo como el Angel del Señor le había mandado, y tomó consigo a su mujer”.  (Mateo 1,24). “Después que ellos se retiraron, el Angel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: Levántate, toma contigo al niño y a su madre y huye a Egipto; y estate allí hasta que yo te diga”.  (Mateo 2,13). “Muerto Herodes, el Angel del Señor se apareció en sueños a José en Egipto y le dijo: Levántate, toma contigo al niño y a su madre, y ponte en camino de la tierra de Israel”  (Mateo 2,19)

9.    LOS ANGELES DURANTE EL MINISTERIO PÚBLICO DE JESÚS

Durante su ministerio público, Jesús se mantiene en continua y estrecha relación con los ángeles de Dios, que suben y bajan sobre él; Y le añadió: “En verdad, en verdad os digo: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre”.  (Juan 1,51), le atienden en la soledad del desierto; y permaneció en el desierto cuarenta días, siendo tentado por Satanás. “Estaba entre los animales del campo y los ángeles le servían”. (Marcos 1, 13), lo confortan en la agonía de Getsemaní; “Entonces, se le apareció un ángel venido del cielo que le confortaba.”  (Lucas 22,43), están siempre a su disposición; “¿O piensas que no puedo yo rogar a mi Padre, que pondría al punto a mi disposición más de doce legiones de ángeles?”  (Mateo 26,53) y proclaman su resurrección; “Y entrando en el sepulcro vieron a un joven sentado en el lado derecho, vestido con una túnica blanca, y se asustaron. Pero él les dice: No os asustéis. Buscáis a Jesús de Nazaret, el Crucificado; ha resucitado, no está aquí”.  (Marcos 16, 5-7)

Jesús, a su vez, habla de ellos como de seres vivos y reales, inmunes de las exigencias de la naturaleza humana; “Pues en la resurrección, ni ellos tomarán mujer ni ellas marido, sino que serán como ángeles en el cielo”.  (Mateo 22,30), y que velan por el destino de los hombres; “Guardaos de menospreciar a uno de estos pequeños; porque yo os digo que sus ángeles, en los cielos, ven continuamente el rostro de mi Padre que está en los cielos”. (Mateo 18, 10) como de seres que participan de la gloria de Dios y se alegran de su gozo; “Del mismo modo, os digo, se produce alegría ante los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierta”.  (Lucas 15,10).

En su encarnación el Hijo de Dios se hizo inferior a los ángeles, “Y a aquel que fue hecho inferior a los ángeles por un poco, a Jesús, le vemos coronado de gloria y honor por haber padecido la muerte, pues por la gracia de Dios”  (Hebreos 2, 9) pero en su resurrección fue colocado por encima de todos los seres celestiales (Efesios 1,21), que de hecho lo adoran; “Y adórenle todos los ángeles de Dios”.  (Hebreos 1,6) y lo reconocen como Señor (Ap 5,1 ls; 7,1 ls), ya que han sido creados en él y para él; “porque en él fueron creadas todas las cosas, en los cielos y en la tierra, las visibles y las invisibles, los Tronos, las Dominaciones, los Principados, las Potestades: todo fue creado por él y para él”.  (Colosenses 1,16).

El Señor nos cuide y nos Bendiga

Pedro Sergio Antonio Donoso Brant


Fuentes: Textos Bíblicos de la Biblia de Jerusalén

Diccionario Teológico RAVASI

Sección Teología www.caminando.con-jesus.org


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