Así vio Tiziano la aparición de Jesús resucitado a María Magdalena Evangelio según Juan 20:11-18. MARIA MAGDALENA, MARIA DE BETANIA Y
LA PECADORA Autor:
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant 1. LOS
SANTOS Y MARIA MAGDALENA, Teresa de Jesús, relata que: “Era yo
muy devota de la gloriosa Magdalena y muy muchas veces pensaba en su
conversión, en especial cuando comulgaba” (Vida 9,2) Además la menciona en 18
ocasiones en sus libros. San Juan de la Cruz, también la menciona en diversas
ocasiones en sus escritos: “Tal era la fuerza del amor de esta María, que le
pareció que, si el hortelano le dijera dónde le había escondido, fuera ella y
lo tomara, aunque más le fuera defendido.” (Noche Oscura, 2.13,7) “se inclina la voluntad a
buscar y gozar en aquello a su Amado, como hizo María Magdalena cuando con
ardiente amor andaba buscándole por el huerto” (Cantico Espiritual (B) 10,2)
Y Teresa de Lisieux: “Porque un alma abrasada de amor no puede estarse
inactiva. Es cierto que, como santa María Magdalena, permanece a los pies de
Jesús, escuchando sus palabras dulces e inflamadas.” (Manuscrito C) Los Papas
y muchas catequesis nos la recuerdan: “Así, las piadosas mujeres y María
Magdalena nos impulsan a llevar solícitamente el anuncio del Resucitado a los
discípulos.” (JP II Catequesis contemplar el rostro de cristo resucitado)
Belarmino, comentando la tercera Palabra de Cristo en la Cruz dice de ella
“Magdalena, la más querida de las santas mujeres” Y san Agustín, comentado el
Evangelio de San Juan 20,1 escribe: “No cabe duda que María Magdalena era la
que más fervientemente amaba al Señor de entre todas las mujeres que habían
amado al Señor”, de modo que no sin razón San Juan haga sólo mención de ella
sin nombrar a las otras que con ella fueron, como aseguran los otros
Evangelistas. 2. ACOMPAÑÓ
A JESÚS HASTA LA CRUZ María Magdalena, con sus dos
nombres, aparece en varios relatos evangélicos. Esta mujer acompañó a Jesús
hasta la Cruz. San Juan relata: “Junto a la cruz de Jesús estaban su madre y
la hermana de su madre, María, mujer de Clopás, y María Magdalena.” (Jn
19,25). San Juan la tiene que haber conocido bien. Se desprende por la forma
como hace sus relatos, es decir, que esto no lo supo por terceras persona,
habla como testigo de hecho. También relata: “El primer día de la semana va
María Magdalena de madrugada al sepulcro cuando todavía estaba oscuro, y ve
la piedra quitada del sepulcro.” (Jn 20,1). Aquí hay un detalle que hace
suponer que Juan es testigo de esta escena, él dice: “cuando todavía estaba
oscuro.”; habla como presente de la escena. En el mismo relato explica Juan:
“Salieron Pedro y el otro discípulo, y se encaminaron al sepulcro”, en este
caso siempre suponemos que “el otro discípulo” es el mismo Juan. Y sigue
luego: “Fue María Magdalena y dijo a los discípulos que había visto al Señor
y que había dicho estas palabras.” (Jn
20,18), otro detalle, “dijo a los discípulos que había visto al Señor y que
había dicho estas palabras.” Se nota
que Juan sabe que palabras dijo el Señor porque las puede haber oído el
mismo. Entonces podemos suponer que se trata siempre de la misma Maria
Magdalena, la misma que estuvo junto con él al pie de la cruz. (Cfr. Jn
19,26) 3. ¿MARIA
MAGDALENA ES LA MISMA MARÍA DE
BETANIA? En otros capítulos del Evangelio,
Juan ya había relatado lo siguiente de una mujer llamada María que tiene
otros dos hermanos, Lázaro y Marta: “Había un cierto enfermo, Lázaro, de
Betania, pueblo de María (Juan precisa de donde es esta María) y de su
hermana Marta. María era la que ungió al Señor con perfumes y le secó los
pies con sus cabellos” (Jn 11, 1-2) Aquí San Juan nos dice que esta María es
la misma que le seco a los pies del Señor, relato que pone más adelante en la
cena de Betania: “Entonces María, tomando una libra de perfume de nardo puro,
muy caro, ungió los pies de Jesús y los secó con sus cabellos.” (Jn 12,3). Un
poco más adelante en el mismo capítulo 11, en el relato de la resurrección de
Lázaro, Juan nuevamente habla de esta misma María: “muchos judíos habían
venido a casa de Marta y María para consolarlas por su hermano. Cuando Marta
supo que había venido Jesús, le salió al encuentro, mientras María permanecía
en casa.” (Jn 11, 19-20) Nos surge algunas preguntas: ¿Maria
Magdalena es la misma María de Betania? Magdala (Magadán) es un paraje de la antigua Palestina, está
citado en la Biblia y en el Talmud. Se dice que María Magdalena nació en esa
localidad, de ahí proviene su otro nombre, Magdalena. Sin embargo Juan habla
de una María cuyo pueblo es Betania. ¿Entonces no se trata de la misma María,
por eso aquí la describe con un solo nombre y no con dos, como en caso de
María Magdalena? 4. MARÍA,
LLAMADA MAGDALENA Y MARIA DE BETANIA Observemos lo que nos dice Lucas:
“Algunas mujeres que habían sido curadas de espíritus malignos y
enfermedades: María, llamada Magdalena, de la que habían salido siete
demonios” (Lc 8,2) Aquí Lucas dice: “María, llamada Magdalena”, es decir,
usado la costumbre de llamar a las personas por su lugar de origen. Esto
podría concluir que ella era de Magdala. El que de
Magdalena haya “echado siete demonios” no significa que fuese pecadora, sino
que la había curado de siete enfermedades, o, por ser el número siete número
de plenitud, podría significar una grave enfermedad, o una enfermedad
importante y crónica, o, en el peor de los casos, un tipo de posesión
diabólica, aunque valorando esto con la apreciación popular de entonces; lo
que no indica que fuese pecadora. Además, Lucas, al comienzo del capítulo
siguiente, presenta a Magdalena como a una protagonista desconocida. Y luego
Lucas dice que esta Maria Magdalena es amiga, familia o conocida de los
apóstoles: “Las que decían estas cosas a los apóstoles eran María Magdalena,
Juana y María la de Santiago y las demás que estaban con ellas.” (Lc 24,10)
Otro dato, la escena de Lucas tiene lugar en la época media del ministerio
público de Cristo, y, por la situación del relato, tiene lugar en Galilea. La
de Juan es en Judea seis días antes de su muerte. Relata Lucas: “Yendo ellos de
camino, (Jesús y sus amigos) entró en un pueblo; y una mujer, llamada Marta,
le recibió en su casa tenía ella una hermana llamada María, (aquí Lucas no
dice que se trate de la misma “María, llamada Magdalena”), que, sentada a los
pies del Señor, escuchaba su Palabra.” (Lc 10, 38-39) Este relato es propio
de Lucas. La escena debe de tener lugar ya en esta ida de Cristo a Jerusalén
en compañía de sus apóstoles. El tono del relato, la coincidencia de nombres
y la familiaridad que estas mujeres tienen con Cristo, hace ver que son las
hermanas de Lázaro y que se hospedó en Betania. Lucas dice que lo recibe
Marta en su casa. Esto indicaría, en la perspectiva literaria, según las
costumbres orientales, que, ausente Lázaro, Marta es la mayor y ama de casa. El contraste de la escena está entre
María, que está “sentada a los pies del Señor,” que es la actitud de los
discípulos ante el Maestro, para escuchar “su palabra”. Añade luego el
relato: “María ha escogido la mejor parte, que no le será arrebatada.” 5. MARÍA
MAGDALENA Y LA OTRA MARÍA FUERON A VER EL SEPULCRO Marco, se refiera a Maria Magdalena
cuando Jesús esta crucificado y luego a la resurrección: “Había también unas
mujeres mirando desde lejos, entre ellas, María Magdalena, María la madre de
Santiago el menor y de Joset, y Salomé, que le seguían y le servían cuando
estaba en Galilea, y otras muchas que habían subido con él a Jerusalén.” (Mc
15,40-41) “comprando una sábana, lo descolgó de la cruz, lo envolvió en la sábana
y lo puso en un sepulcro que estaba excavado en roca; luego, hizo rodar una
piedra sobre la entrada del sepulcro. María Magdalena y María la de Joset se
fijaban dónde era puesto.” (Mc 15,47) “Pasado el sábado, María Magdalena,
María la de Santiago y Salomé compraron aromas para ir a embalsamarle.” (Mc
16,1) Luego, para puntualizar de cual Maria Magdalena se trata dice: “Jesús
resucitó en la madrugada, el primer día de la semana, y se apareció primero a
María Magdalena, de la que había echado siete demonios. (Mc 16,9) Paralelamente Mateo relata; “Había
allí muchas mujeres mirando desde lejos, aquellas que habían seguido a Jesús
desde Galilea para servirle. Entre ellas estaban María Magdalena, María la madre
de Santiago y de José, y la madre de los hijos de Zebedeo.” (Mt 27,56)
“Estaban allí María Magdalena y la otra María, sentadas frente al sepulcro.”
(Mt 27,61) “Pasado el sábado, al alborear el primer día de la semana, María
Magdalena y la otra María fueron a ver el sepulcro.” (Mt 28,1) 6. NUNCA
SE DICE QUE MARÍA MAGDALENA SEA PECADORA Es necesario destacar que nunca se
dice que María Magdalena sea pecadora, ni se habla desfavorablemente de María
de Betania. Hay que subrayar además que Cristo no repara en ir a buscar a los
pecadores. Relata Lucas de una cierta mujer
pecadora: “Había en la ciudad una mujer pecadora pública, quien al saber que
estaba comiendo en casa del fariseo, llevó un frasco de alabastro de perfume,
y poniéndose detrás, a los pies de él, comenzó a llorar, y con sus lágrimas
le mojaba los pies y con los cabellos de su cabeza se los secaba; besaba sus
pies y los ungía con el perfume. (Lc 7,36-38) Nótese que aquí no la llama por
ningún nombre, ni siquiera como María a secas. Solo habla de una pecadora.
Pero por otra parte, el enfoque estructural de los relatos es distinto. En el
de Lucas, el motivo del relato es el perdón y conversión de una pecadora; en
el de Juan y Mateo y Marcos, el tema es un acto de amor de a Cristo. Que el banquete se dé en casa de
Simón en ambos relatos no es objeción, ya que este nombre era muy corriente,
recordemos que era el nombre de Pedro. En el Ν. Τ. Se cita más de
diez personajes de este nombre. Y mientras Lucas lo llama sin más Simón, por
ejemplo Mt-Mc lo destacan,
precisamente para distinguirlo de entre lo usual del mismo, llamándolo “Simón
el leproso.” Juan, en su relato, omite el nombre de Simón. 7. MARÍA
MAGDALENA, UNA DESTACADA MUJER QUE ACOMPAÑA A JESÚS En síntesis, lo que queda de
manifiesto, es que María Magdalena, es una destacada mujer que acompaña a
Jesús, está presente durante la Pasión y al pie de la cruz, acompañando
además a la Madre de Jesús: “Junto a la cruz de Jesús estaban su madre y la
hermana de su madre, María, mujer de Clopás, y María Magdalena.” (Jn 19, 25);
según Marcos, ella observa cómo sepultan al Señor: “María Magdalena y María
la de Joset se fijaban dónde era puesto.” (Mc 15, 47); llega antes que Pedro
y que Juan al sepulcro, en la mañana de la Pascua (Jn 20, 1-2); es la primera
a quien se aparece Jesús resucitado (Mt 28, 1-10; Mc 16, 9; Jn 20, 14),
aunque no lo reconoce y lo confunde con el hortelano (Jn 20, 15); y ella fue
enviada por Jesús a informarle a los apóstoles: “Pero vete donde mis hermanos
y diles: Subo a mi Padre y vuestro Padre, a mi Dios y vuestro Dios. Fue María
Magdalena y dijo a los discípulos que había visto al Señor y que había dicho
estas palabras.” (Jn 20, 17-18). María Magdalena es enviada a ser apóstol de
los apóstoles. También queda sabido que María de
Betania es la hermana de Marta y de Lázaro. Esta María aparece en el episodio
de la resurrección de su hermano (Jn 11) y luego es la que derrama perfume
sobre el Señor y le seca los pies con sus cabellos (Jn 12, 3). Según Lucas,
María escucha al Señor sentada a sus pies y “ha elegido la parte buena, que
no le será quitada.” (Lc 10, 38-42) Todo esto mientras Marta estaba atareada
en muchos quehaceres”, que también eran para atender activamente al Señor. 8. UN
TERCER PERSONAJE, UNA MUJER PECADORA PUBLICA Finalmente, hay un tercer personaje,
una mujer pecadora publica, es anónima y no sabemos su nombre. Esta mujer,
poniéndose detrás, a los pies de él, (Jesús) comenzó a llorar, y con sus
lágrimas le mojaba los pies y con los cabellos de su cabeza se los secaba;
besaba sus pies y los ungía con el perfume. (Lc 7, 36-38). Lucas dice que
esto ocurrió en casa de Simón, que era Fariseo. Por otra parte, este relato
sucede en Galilea y el de Juan es en Betania. El relato de María de Betania que hace San Juan, puede hacer suponer que
es la misma mujer, pero las circunstancias difieren y parece más sensato no
relacionar a Juan con Lucas porque hay varios detalles que así lo demuestran.
Como ya se ha dicho, la unción, según Lucas, tiene lugar en casa de Simón el
Fariseo y Juan por su parte cuando hablan de la unción en Betania, no aclara
el nombre del dueño de casa, sólo señala que Marta servía y que Lázaro estaba
presente. Todo esto, hace que los argumentos a
favor de que siempre se hable de la misma María, son débiles. Creo que es más
seguro inclinarse por la hipótesis que hay tres mujeres. María Magdalena que
no tiene ninguna referencia como pecadora, María de Betania, hermana de
Lázaro y de Marta y una mujer pecadora pública. Pensar esto, es atenerse sólo
a los datos que ofrece el evangelio. Es así, como a mí me parece que
considerar que la identificación entre María Magdalena, Maria de Betania y la
pecadora es más bien una confusión, ya que no hay respaldo que sea la misma.
Es decir, María Magdalena, por lo que nos relata la Escritura, no fue
“pecadora pública”, ni “adúltera” ni “prostituta”, sino sólo seguidora de
Cristo, de cuyo amor ardiente fue contagiada, para anunciar el gozo pascual a
los mismos Apóstoles, con la certeza
que a ella el Hijo de Dios le confió, antes que a nadie, la hermosa misión de
anunciar a los suyos la alegría pascual. El
Señor les bendiga Pedro
Sergio Antonio Donoso Brant Textos
Bíblicos de la Sagrada Biblia de Jerusalén Publicado
en mi página web: Pascua
de 2016 |