La Visión de Santa Teresa con la Sma. Trinidad, Museo Soumaya,
Ciudad de Mexico SANTA
TERESA DE JESUS Y EL DIALOGO Y ORACIÓN, UNA ÍNTIMA RELACIÓN DE AMISTAD DE DOS
AMIGOS Autor:
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant 1.
TRABAJAR
MUCHO POR DIOS Y DESPERTAR EL AMOR Escribe la Santa: “Aquí
está mi vida, aquí está mi honra y mi voluntad; todo os lo he dado, vuestra
soy, disponed de mí conforme a la vuestra.” (V 21, 5), este es el motivo
principal de la vida de la Santa Madre Teresa de Jesús, quien luego escribirá
en un bello poema: “Vuestra soy, para Vos nací, que mandáis hacer de mí”. La Santa Madre Teresa
de Jesús, escribe como ya hemos dicho, y como ella mismo lo declara, para “engolosinar
las almas de un bien tan alto” (V 18,6) de esta manera nos estimula a educar
nuestra alma para determinarse, decidirse con “determinada determinación” (C
21,2) a trabajar mucho por Dios y despertar el amor. Ella está determinada a
ayudarnos a que crezcamos en la virtudes, y dice que: según dice el libro
Arte de servir a Dios, que es muy bueno y apropiado para los que están en
este estado en que actúa el entendimiento (en el intelecto). 2.
UN CAMINO
DE AMISTAD CON DIOS La Santa Madre Teresa
de Jesús, nos enseña un camino de amistad con Dios, es decir una relación de
amistad, “con quien sabemos nos ama”. Para ella el Rostro de Dios, es el de
un Dios que nos ama. De un Dios que nos busca, más de lo que nosotros le
buscamos a Él. Por eso para Teresa, lo importante es sabernos amados por
Dios. En la medida que nos damos cuenta que somos amados, nos lanzamos a amar.
Es así como ella define: “Orar es
tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos
nos ama" (V 8, 5). Es decir, atención al amor que Dios nos tiene. "con quien sabemos nos ama". 3.
EL
ENCUENTRO EN EL AMOR, ESTÁ EN LA ORACIÓN. Saberse amado, o
sentirse amado es algo muy importante para Teresa. Es punto de partida para
una respuesta de amor: "Amor saca amor" (V 22, 14). Por eso, en
todo hay que mirar el amor que Dios nos tiene: "lo que más os despierte
a amar eso haced" (4 M 1, 7). El encuentro en el amor, está en la
oración. Y encuentro en la verdad: la verdad de Dios y la verdad nuestra. En
la oración se nos desvela Dios, nos muestra su verdad: que nos ama, que se
nos da. Dios es amigo de dar, Teresa nos dice
"No se cansa de dar", y "sin tasa". "Anda
buscando tener a quién dar". Es el Dios que Teresa ha descubierto en la
oración. El conocimiento de alguien -también de Dios- sólo se logra por el
trato amistoso con él. La oración es una
relación de amistad y apunta a la vida entera. Para santa Teresa la oración
es el camino más seguro para llegar a Dios. Escribe ella; “de estos gustos
que el Señor da a los que perseveran en la oración” (V, 8-9) porque el que
persevere llegara a la puerta de la salvación. 4.
LOS QUE
PERSEVERAN EN LA ORACIÓN Teresa nos explica en
su Libro Vida su experiencia, como escribe ella: “Para que vean su
misericordia y el gran bien que fue para mí no haber dejado la oración” (V
8,10) el gran bien que le hizo no apartarse del todo de la oración para no
perder el alma, y cuán excelente remedio es para ganar lo perdido. Entonces
ella nos persuade a que todos la tengan. Escribe la santa: “De hablar de Dios
u oír de él casi nunca me cansaba, y esto después que comencé oración.”(V 8,
12) Sin duda, la clave para
entender el mensaje teresiano es, la experiencia de la oración. Pero orar a
Dios, porque Él nos ama, no para que Dios nos ame. Como dice la Santa, estos
son: “gustos que el Señor da a los que perseveran en la oración” (V 8,9) 5.
LA PUERTA
DE LA SALVACIÓN La oración para Teresa
es la puerta de la salvación. Ella nos escribe: “he visto claro que por esta
puerta hemos de entrar si queremos nos muestre la soberana Majestad grandes
secretos.” Y también el
descubrimiento de nosotros mismos. Orar es "entrar" dentro de
nosotros. "Conocernos": nuestra riqueza. Y nuestra miseria, nuestro
estado moral. Somos un "palacio todo de un diamante o muy puro
cristal”. "Nuestra gran capacidad", "dignidad",
"hermosura". Son las primeras palabras que Teresa nos brinda al
iniciar las Moradas. "Podemos tener conversación no menos que con
Dios" (1 M 1, 6). 6.
EL
PERMANENTE DESEO DE DIALOGO DE AMISTAD DE DIOS Sorprende
al estudioso de santa Teresa la abundancia de doctrina que encuentra en sus
obras, más si se tiene en cuenta el ambiente cultural de su época, en el que
la mujer tenía la puerta cerrada a las letras. Aun así, Teresa conoce toda la
teología católica. Es más. No quiere oración que no vaya fundamentada en
doctrina sólida: "de devociones a bobas nos libre Dios". (V 13,16) Es así
como Teresa, nos recuerda el permanente deseo de dialogo de amistad de Dios
con el hombre, como nos lo dice también el Concilio Vaticano II: “Desde su
mismo nacimiento, el hombre es invitado al diálogo con Dios" (GS, 19),
esto es desde la creación, por eso me parece que Teresa teológicamente nos
hace volver a leer de vez en cuando esos conmovedores diálogos que hay entre
Dios y los hombres en Libro del Génesis, y otros del Antiguo Testamento, y
así disfrutar de los emocionantes coloquios con un Dios que por sobre todo es
Padre y que a pesar de algunos relatos trágicos, también los hay en los que
reflejan una profunda amistad con los hombres que le son fieles. En el Libro
del Génesis, leemos como desde los inicios, Dios dialoga con el hombre, en
esta ocasión Él lo hace paseándose por el jardín a la hora de la brisa (Gén 3, 8-10) Con
las enseñanzas de Teresa, vemos estos relatos bíblicos con otros ojos. En
efecto, vemos a un Dios que actúa también en forma comunicativa y humana, en
especial cercano al hombre. Y a pesar de que podemos evadirnos, El, aunque le
hayamos ofendido, nos llama, nos busca, y no solo es nos perdona, nos
regenera, nos salva y quiere que nos conozcamos cara a cara, que gocemos de
su amistad y que confiemos en su misericordia. 7.
EL DIÁLOGO
DE AMISTAD CON DIOS CONTINÚA En la
comprensión de la lectura bíblica, Teresa, se
adelanta a sus letrados. A pesar del homicidio que comete Caín, desde
la mirada Teresiana observamos a Dios como le habla a Caín al corazón, en un
dialogo cariñoso e íntimo, dónde Dios se comporta como un Padre amoroso e
invita a Caín a cambiar sus sentimientos y le invita a levantar el rostro
abatido, y para eso solo debe obrar bien. Este es un gran detalle que se pone
en los labios de Dios, que nos invita a oír la voz de la conciencia del
hombre, esta es la voz de Dios que nos susurra y que nos advierte que no
debemos hacer nada en contra de alguien, es la voz que nos invita a tomar
siempre un buen camino. Lo triste es ser como Caín, que además no quiso oír
la voz de Dios, reflejada en la de su conciencia, que le prevenía contra el
pecado o crimen, y se decide a lo peor. Con todo,
el diálogo de amistad con Dios continúa, como es el modo tan cercano e íntimo
del diálogo de Dios con Noe, con Abraham, donde
Dios ya no solo dialoga con el como amigo, sino que como un verdadero Padre
que tiene grandes planes para el futuro de su hijo y de sus generaciones, es
así como Dios le hace grandiosas promesas y extraordinarias bendiciones. (Gén 18, 16-19) Otro ejemplo de amistad, Dios hablaba con
Moisés cara a cara, como habla un hombre con su amigo. (Éx 33, 11) Hemos
sido creados por Dios, por tanto la amistad con Él se encuentra en nuestro
corazón, y lo mejor que podemos tener, es la maravillosa oportunidad de
dialogar con toda confianza con El, como lo hizo y como nos enseña Teresa;
“con gran humildad hablarle como a Padre, pedirle como a Padre, contarle sus
trabajos” (C 28,2) y el Concilio Vaticano II nos lo dice con toda certeza:
“La razón más alta de la dignidad humana consiste en la vocación del hombre a
la comunión con Dios. El hombre es invitado al diálogo con Dios desde su
nacimiento; pues no existe sino porque, creado por Dios por amor, es
conservado siempre por amor; y no vive plenamente según la verdad si no
reconoce libremente aquel amor y se entrega a su Creador" (GS 19,1). 8.
DIALOGO Y
ORACIÓN, UNA ÍNTIMA RELACIÓN DE AMISTAD DE DOS AMIGOS Este es
el gran legado de Teresa de Jesús, Maestra de Oración, quien a través de sus
escritos en los cuales les enseña a sus hijas y a nosotros como dialogar con
Dios y no solo eso, además de hacerlo como Padre, hermano, o amigo. Al
profundizar la definición "A mi
parecer no es otra cosa oración sino tratar de amistad, estando muchas veces
tratando a solas con quien sabemos nos ama". (V 8,5), observamos un
leguaje nuevo, podríamos decir también
que es un diálogo de amistad, o una conversación íntima y personal con quien
sabemos que nos ama intensamente. Este diálogo con Dios, lo podemos hacer
como se hacía en otros tiempos de pie, o de rodillas o sentados, pero no es
la postura lo que vale, sino que la intención que se tiene en el corazón. Con
un gran amigo como es Dios, nos podemos permitir sentarnos a dialogar con EL.
Y lo que debemos tener claro, es que
este dialogo que oración es cosa de dos, “amistad de dos amigos” y es
esencial que la persona que ora, no se encuentre solo consigo mismo,
aconsejaba Santa Teresa de Jesús a sus hijas. “Procurad luego, hija, pues
estáis sola, tener compañía” (C 26,1). Por cierto, conducirse en la fe en su
presencia, que esta fe pase a ser parte de mi piel, mis pensamientos, mis
sentimientos, que se sienta la presencia de amistad y como dice también santa
Teresa de Jesús: “y mientras pudiereis, no estéis sin tan buen amigo al lado”
(C 26,1). Pedro
Sergio Antonio Donoso Brant Febrero
de 2016 Publicado
en mi web www.caminando-con-jesus.org
sección teresa de jesus Fuentes Bibliográficas y de
referencias Obras Completas, Editorial
Monte Carmelo Mi libro, Teresa de Jesús nos
habla de Dios, Editorial Monte Carmelo Mis apuntes de Clase en el
Cites, Universidad de la Mistica Textos Bíblicos, Biblia de
Jerusalén |