EL MAESTRO JESUS

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

Comentarios, Estudios y Reflexiones del Evangelio Contemplado

 

 

CAPITULO I

Prólogo Lucas (Lc) 1:1-4.

1 Puesto que ya muchos han intentado escribir la historia de lo que ha sucedido entre nosotros, 2 según que nos ha sido transmitido por los que desde el principio fueron testigos oculares y ministros de la palabra, 3 me ha parecido a mí también, después de informarme exactamente de todo desde los orígenes, escribirte ordenada-mente, óptimo Teófilo, 4 para que conozcas la firmeza de la doctrina que has recibido.

COMENTARIO

Lc se presenta como un historiador escrupuloso. Reconoce que muchos intentaron escribir la vida de Cristo. Esta palabra “muchos” debe de tener el valor de “algunos”, pues no se comprende fácilmente que un gran número hubiese intentado, ya entonces, escribir la vida del Señor, y la floración apócrifa es posterior, aparte de que estaría contra lo que dice luego: que esas historias escritas tuvieron por fuente los que “fueron testigos directos y ministros de la palabra.” Fueron los apóstoles y los primeros discípulos (Act 1:21). Como ministros de “la palabra” , término técnico de la Iglesia primitiva para expresar el Evangelio “(cf: 8:13:15; Act 4:4;6:4;8:4; 11:19), narraron enseñanzas y obras de Cristo. El término significa todo esto. Estos testigos lo fueron “desde el principio”, desde “atrás,” o desde el “principio.” Se refiere manifiestamente a los testigos de la vida pública de Cristo (Act 1:21-22) y de los orígenes mismos de la infancia del Señor. Lo que nos ha sido “transmitido” por estos ministros, tanto por el contexto como por la filología, se refiere preferentemente a la transmisión oral.

Lc quiere también referir lo que ha sucedido “entre nosotros” conforme a la tradición de esos testigos. Aunque los hechos sucedieron en el pueblo judío, pero afectan a todos; aparte que la expresión es usada con esta extensión por otros autores.

Lc protesta su lealtad de historiador escrupuloso, garantizando la “muy cuidadosa” investigación de las fuentes escritas, y de esas otras orales. Y pretende escribir esto “ordenadamente”. Posiblemente habría narraciones sueltas, sea escritas, la infancia de Cristo, sea, en la predicación, ciertos esquemas muy concretos, como se ve en los Hechos de los Apóstoles. Lc quiere poner “ordenadamente” toda la vida de Cristo. Incluyendo el período de su infancia. Aunque es historiador, no siempre utiliza el orden cronológico; mezcla el histórico y el lógico. Pero da una vida de Cristo más o menos “ordenada,” en función de su intento y conforme el concepto ambiental de la historia.

Dedica el libro a un tal Teófilo, que debía de ser persona de relieve, dado el título que le prefija, óptimo, noble, clarísimo, y que es el título que se da a los procuradores de Judea en los Hechos. Debe de ser una persona histórica. La razón es que era costumbre dedicar los libros a personas ilustres, buscando su valimiento. Lc busca aquí darle una mayor ilustración de la verdad cristiana, cuya fe ya posee. Si no le da el título de “hermano,” acaso se deba “a la forma prescrita por el uso, en un escrito dirigido a la publicidad” . Si falta este título en Actos (1:1) puede ser debido a que es la segunda parte de su evangelio. En las Recogniliones clementinae se cita un tal Teófilo, persona noble de Antioquía, patria de Lc, que transformó su gran palacio en Iglesia, y luego fue obispo de allí.

Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

Octubre de 2005

VOLVER AL INDICE